Los seres humanos regulamos nuestras funciones a través de relojes internos que se acompasan con los ciclos de nuestro entorno. Los ciclos circadianos son uno de esos relojes internos. Del latín circa que significa “alrededor de” y diem que significa “día”, se definen como una serie de funciones biológicas que se repiten en intervalos regulares de aproximadamente 24 horas.
Los ciclos circadianos responden a estímulos externos como la luz y la temperatura, por lo que se acompasan con el ritmo día y noche, pero también se sabe que son influidos por otro tipo de estímulos como ruidos, luz artificial, alimentos y la presencia de ciertas hormonas.
El reloj circadiano se ubica en el núcleo supraquiasmático (NSQ), localizado en el hipotálamo. Cuando la retina del ojo percibe luz, o al contrario, percibe oscuridad, genera señales que llegan al NSQ el cual envía órdenes a diversas partes del cerebro.
Fase nocturna de los ciclos circadianos
Cuando la retina del ojo percibe ausencia de luz, envía una señal al NSQ el cual manda una orden a la glándula pineal para que active la producción de melatonina y serotonina, hormonas que inducen el sueño y generan una sensación de tranquilidad y bienestar.
Otras hormonas cuya producción se estimula en la noche son: hormona del crecimiento, prolactina, estradiol, hormona folículo estimulante (HFS), hormona estimulante de la tiroides (TSH), hormona luteinizante (LH), las cuales juegan un papel importante en el crecimiento y reproducción.
Además, el ciclo sueño y vigilia juega un papel determinante en la regulación de la producción de leptina (hormona de la saciedad) y grelina (hormona del apetito), que junto con la serotonina y la hormona del crecimiento, regulan los patrones de hambre y saciedad.
Adicionalmente, se frena la producción de hormonas estimulantes como la adrenalina, noradrenalina y dopamina, lo que disminuye la atención y capacidad cognitiva. Durante la noche se reducen también la presión arterial, la temperatura y el metabolismo.
Fase matutina de los ciclos circadianos
Cuando la retina del ojo percibe luz, envía una señal al NSQ quien ordena a la glándula pineal que disminuya la producción de melatonina y serotonina, y aumenta la producción de las hormonas estimulantes (cortisol, adrenalina y noradrenalina) lo que produce un estado de alerta, capacidad de concentración, energía física, precisión y capacidad de resolver problemas.
La presión arterial aumenta durante la mañana, así como el metabolismo. Durante el día la producción de insulina por el páncreas es más eficiente.