“Si terminas conmigo, ¿quién más te amará? ¡Dime quién!”

Sé que no son la mayoría y que tal vez sean cuántos los lectores indecisos que aún viven una relación que no da para más, lectores que tienen miedo a terminar esa relación por más tormentosa que sea…

Sé que a esa pequeña minoría el título les ha llamado la atención y si no es así, entonces te pido por favor que termines de leer este artículo para que luego se lo recomiendes a alguien que verdaderamente lo necesite. Estoy seguro que si tú no puedes convencerle a esa persona o darle el suficiente valor para que termine esa mala relación, entonces este artículo le motivará a hacerlo. Te puedo dar fe de ello.

Ok… Es la primera vez que hablo de un tema tan delicado y lo haré de la mejor manera como me es posible. No quiero herir sentimientos de nadie pero, al mismo tiempo, seré un poco tajante.

Tú sabes lo que tienes que hacer… SABES PERFECTAMENTE que tienes que terminar esa relación, sabes que lo que sientes por esa persona más allá de ser amor es un profundo apego y tal vez un poco enfermizo. Sabes que los maltratos que te da tu pareja, por más que lo justifique, por más que diga que te lo tienes bien merecido, en el fondo sabes que carecen de fundamento. Nadie tiene que soportar tal sufrimiento. ¡NADIE! Ni siquiera tú.

No pongas ningún tipo de excusa. No me digas que quizás en una vida pasada tú has sido muy malo o mala con las personas. No me digas que Dios te está probando para ver cuánto eres capaz de soportar. No me digas que, a pesar de todo, le demostrarás que sabes amar…

Nada de lo que tú digas justifica el hecho de que vivas una relación dañina.

Puede que sí esté justificado que tu relación tenga ciertas dificultades o ciertos retos que vivir como el tener que terminar de pagar una deuda juntos, el tener sacar adelante a vuestros hijos o que uno de los dos haya caído enfermo y a la otra persona le toca tener que sacrificarse para que se recupere la persona que tanto ama… En esos casos, la adversidad es justificable. Ese tipo de problemas no harán más que fortalecer la relación con tu pareja.

Pero si, en vez de eso, sólo recibes gritos, insultos, menosprecio, golpes, burlas, comparaciones, deslealtad, traición, infidelidad, engaños, más deudas, más problemas, más aislamiento de tus amigos y seres queridos… Pues no debes pensar si esa relación necesita una segunda oportunidad porque ten por seguro que tú ya le has dado más de 100 oportunidades… Y lo peor de todo es que a pesar de recibir este tipo de amor, tú estás alentando a que tu pareja siga con la misma actitud.

Conozco a personas (más que nada mujeres) que piensan que algún día su pareja se dará cuenta de que está cometiendo un grave error al tratarlas así, por lo que luego se disculparán y reconocerán que su “amor” es puro y verdadero…

Para empezar, está bien que en una relación se necesite de una buena dosis de entrega para que funcione, pero nadie te ha dicho que debes ser un mártir o su héroe.

Aquí ya estás desgastándote más de la cuenta por alguien que luego se aprovechará de ti porque sabe que a final de cuentas tú igual lo seguirás perdonando… Y lo peor de todo es que lo perdonas sin que la otra persona se sacrifique por ti. Regalas el perdón mas no se lo dan como algo que se merece.

¿Duele saber ésto verdad?

Pues aquí ya entraré a la segunda parte… A la parte de la acción, cuando has tomado la iniciativa de terminar esa relación o acabas de hacerlo… Bien, estoy seguro que si verdaderamente has tenido una relación dañina, tu pareja puede salir con la frase: “Si terminas conmigo, ¡dime quién se va a fijar en ti! ¡Dime quién te va a amar! ¡Quién querrá estar contigo a esta edad!“, entre otras frases similares, por lo que he identificado a dos tipos de personas que te dirán estas frases.

El (la) que te suplicará no terminar la relación
Tienes miedo a terminar esa relación dañina por temor a lastimar sus sentimientos. Estás en una relación cuya base no es el amor, sino la resignación, la lástima y la culpabilidad de sentirte como el malo o la mala de la historia.

Cuando esta persona te dice: “Si terminas conmigo, ¿dime quién más te va a amar?” te lo dirá llorando y tú sentirás ganas de abrazarlo y de cuidarlo como a un perrito abandonado.

La otra persona, contrario a ti, aún se empecina a seguir con esa relación que no da para más. Bajo la premisa de que tú lo(a) amas, con sus tácticas de manipulación, hará que desistas con la idea de terminar. Y cuando estés a punto de hacerlo, esa persona lo presentirá, y hará de todo para que tú cambies de opinión al menos de forma temporal.

Si eres una persona de carácter noble, que siempre ayuda a las demás personas, que antes creías que el amor era dar sin importar si recibías algo a cambio o no, entonces tienes que empezar a tener un carácter más fuerte.

A pesar de que hayas terminado esa relación, si no cambias tu carácter, volverás a caer una y otra vez en ese tipo de relaciones.

Aprende de tus errores y ten un mejor comienzo.

El (la) que se aseguró en amarrarte a esa relación
Esta clase de personas la considero de las más rastreras que pueden existir. Más que manipuladores, son calculadores, se proyectan hacia el futuro y se aseguraron de que no puedas terminar esa relación por más que lo decidieras así.

Para empezar, esta persona se aprovechó de la confianza ciega que le tenías cuando estabas super enamorado(a). Porque esa persona más que tener a una pareja a quien amar, quería una sirvienta o un proveedor de todos sus caprichos.

La mejor forma de amarrarte es mediante el matrimonio. Pero también lo hacen de otras maneras. A veces te deben mucho dinero y, a pesar de que quieras terminarle esa relación, quieres asegurarte de que primero te pague.

Se la sabe todas tus cuentas bancarias. Es dueño de más del 50% de la casa y otras cosas de valor.

Esta persona se ha encargado de que pierdas a tus amigos de confianza, se ha encargado de que te pelearas con tus padres. Se ha encargado de que las posibilidades de que tú le seas infiel se reduzcan al 0% por lo tanto también fue terriblemente celoso(a), lo cual es muy paradójico ya que bajo esta actitud has querido terminarle…

Pero él se aseguró de que, aun queriendo, no pudieras salirte de esa relación.

Cuando esa persona te dice: “Si terminas conmigo, ¡dime quién más te amará!“, no te lo dice con pena, sino con soberbia y menosprecio.

Él, o ella, se aseguró de mermar tu autoestima hasta su más mínima expresión. Se aseguró de que tú te sientas feo o fea físicamente ante el mundo para que tú, efectivamente, pienses que nadie más se va a fijar en ti. Se aseguró de que no termines tu carrera o de que no trabajaras para que tengas miedo a terminar económicamente mal sin él, o te hace creer que los hijos jamás te perdonarán si “destruyes” la familia.

Esta es probablemente la razón de porqué estás leyendo este artículo. Y es que te quiero decir que todos aquellos pensamientos que te surgen con respecto a esa relación no son más que fantasmas, no son más que productos de una manipulación de alguien que no te amaba o dejó de amarte hace ya mucho tiempo…

Si sientes que no puedes rehacer tu vida, ten en cuenta que son sólo pensamientos, eso es lo que esa persona te ha hecho creer de forma directa o indirecta.

Si crees que nadie más se va a fijar en ti porque crees que no eres lo suficientemente atractivo, inteligente o porque acabas de terminar un matrimonio y tienes un hijo o varios… Aún siguen siendo sólo pensamientos.

¡Los pensamientos sobre ti no revelan lo que eres ni siquiera la punta de tu nariz!

Lo que piensas de ti y sobre tu futuro son sólo pensamientos que se pueden reemplazar por otro tipo de pensamientos que, a la larga, te den mayor seguridad, reestablezcan tu autoestima y te hagan sentir una persona que es capaz de afrontar grandes retos en la vida.

Si tienes miedo a terminar esa relación ten por seguro que esa persona solamente se ha encargado de hacerte creer que es muy fuerte pero, en realidad, es una persona que tiene muchísima más inseguridad que tú ya que por ese motivo se encargó de amarrarte.

¿Acaso crees que una persona inteligente y que verdaderamente te ame se plantee maneras de amarrarte con cosas tan superficiales en vez de basar vuestra relación en el amor y la entrega por hacerlo funcionar?

¿Acaso crees que una persona sana haría eso?

Pues bien, si piensas que es una persona enferma y te ha enviado amenazas con que te hará daño si le terminas. Termínale de una vez pero asegúrate de contárselo a alguien que te pueda ayudar a denunciarlo.

Es más, inclusive, en toda ciudad hay un centro de atención (generalmente del mismo gobierno) que se encarga de recibir este tipo de denuncias y te mandan apoyo emocional y seguridad social.

Está en tu trabajo averiguar en dónde queda o a qué teléfonos debes llamar para que tú puedas salir adelante.

No te dejes intimidar por alguien así cuando tienes todo el apoyo que necesitas.

http://comoolvidarunamor.info/page/5/