La desdicha de tener una pareja que roncaRoncar no es una disfunción cualquiera. No solo causa problemas de salud al roncador, también puede tener repercusiones sociales que, dependiendo del contexto, llegan a ser letales. Hace unas semanas, por ejemplo, la prensa rusa registró la muerte de una mujer de 32 años, fruto de la golpiza que le dio su marido, de 38, tras enfrascarse en una agria discusión por los ronquidos de ella.
Aunque se trata de un caso aislado, es un reflejo del enorme nivel de conflicto que este trastorno puede traer a las parejas. De hecho, la Asociación Británica del Ronquido y la Apnea del Sueño cita estudios que demuestran que el ronquido es incompatible con la vida en pareja, a tal punto que provoca más irritaciones, más divorcios y más tragedias familiares que los mismos celos.
Hoy se dice que una de cada dos parejas reconoce que su vida sexual se afecta seriamente por esta causa, con el agravante de que los roncadores privan a su pareja de dos años de sueño por cada 24 de vida en común.
El asunto es tan serio que el Medical Sleep Center de la Universidad de Illinois demostró que las parejas en las cuales uno de sus miembros ronca o tiene apnea del sueño concomitante tienen una tasa de divorcio mucho más alta que el promedio.
Este centro demostró que por lo menos dos veces en la noche estas parejas truncan su sueño por culpa del ronquido del otro; también, que en promedio se disminuye la eficiencia del descanso en un 27 por ciento.
Según Andrés Vallejo, otorrinolaringólogo y experto en apnea del sueño, el 40 por ciento de la población ronca en algún momento de su vida.
Y si bien la incidencia es más alta en hombres, la diferencia entre ellos y las mujeres se reduce con los años, como consecuencia de los cambios hormonales femeninos; estos hacen que los tejidos pierdan tono y vibren al paso del aire por las vías respiratorias.
Así lo indican las estadísticas: a los 30 años, el 10 por ciento de los hombres ronca, contra el 5 por ciento de las mujeres; pero a los 55 años, el 50 por ciento de los hombres ronca, contra el 40 por ciento de las mujeres.
Entre las causas más comunes está el aumento de peso, la inflamación de los tejidos de las vías respiratorias altas, las alteraciones anatómicas y estilos de vida, que incluyen el consumo de alcohol (que hace que se relajen los músculos y hagan colapsar la vía aérea) y las comidas abundantes en la noche, que favorecen los reflujos gastroesofágicos.
¿Qué hacer?
El tratamiento de los ronquidos se dirige, en general, a corregir las deformidades que favorecen la vibración de los tejidos, para lo cual se han descrito múltiples técnicas que van desde procedimientos sencillos y ambulatorios hasta complejas cirugías.
Las más novedosas son las alternativas no quirúrgicas, entre las que se destaca la radiofrecuencia de cornetes, que reduce su volumen, y que también se puede usar en el paladar blando y la úvula (conocida como campanilla).
Para el otorrinolaringólogo Nicolás Heredia, la radiofrecuencia puede utilizarse para mejorar la tensión del paladar, reducir el tamaño de las amígdalas y mejorar el de la lengua.
El procedimiento no solo es ambulatorio, sino que los resultados se evidencian un mes después de practicado, mientras cicatrizan los tejidos intervenidos. A esta técnica se suma la colocación de implantes en el paladar blando, que ayudan a aumentar la rigidez en este nivel; también es ambulatorio, no tiene incapacidad y puede practicarse a cualquier edad, incluso en amígdalas hipertróficas, “lo cual evita sangrados y otros efectos colaterales de esta clase de cirugías”, explica Heredia. La garantía y efectividad del tratamiento dependen de la exactitud del diagnóstico, para detectar el sitio específico de la obstrucción y el tejido comprometido, y del procedimiento.
Los especialistas aclaran que, además del procedimiento, los tratamientos modernos incluyen el manejo interdisciplinario de neurólogos, internistas, neumólogos, deportólogos y cirujanos bariátricos.
Vale decir que las cirugías tradicionales en las amígdalas, el paladar y la nariz (para corregir deformidades) siguen practicándose, aunque con menos frecuencia. En cuanto al láser, hay que recordar que los últimos estudios recomiendan evitar su uso en el paladar, por la alta incidencia de cicatrizaciones anómalas.
Muy malo para la salud Los ronquidos no solo afectan la vida de pareja.
Los ronquidos asociados con apnea (pausas en la respiración) se relacionan directamente con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y cerebrales, además del déficit en el descanso que repercute en alteraciones musculares, ligamentarias, posturales, de baja resistencia al ejercicio y dolores asociados.
También son causa importante de alteraciones de la concentración y la memoria, irritabilidad y rendimiento escolar. Como las personas se sienten cansadas, tienden a ser sedentarias y a subir de peso, lo cual aumenta la probabilidad de que ronquen.
Fuente:
http://www.elcomercio.com/sociedad/parejas-sueno-ronquidos-consejos-divorcios_0_1103289788.html