“Te Amo por que amarte a ti es amarme a mí y al amarme yo, te estoy amando, porque tú y yo somos lo mismo.”
Ya sabemos bastante, al menos como humanidad, del dolor que traen las relaciones karmáticas, la ilusión y el encanto que las cubre en su etapa inicial y el drama que generan con el paso del tiempo. Sabemos que el reto del karma es su liberación. Estas relaciones vuelven a presentarse para soltarse de ellas y esta vez de forma diferente, más tranquila, más clara, perdonando y sin culpas hasta lograr elevar nuestra vibración y estado de conciencia a uno más libre y más amoroso. La meta es aprender la lección que estaba pendiente y salir del mundo de la ilusión en el que nuestro ego nos envuelve. La otra opción es condenarnos a repetir el suceso como una rueda sin fin hasta saturarnos del dolor y elegir por fin el cambio y la paz real, no la falsa paz que te entrega el silencio y el no actuar. La mayoría de nuestras relaciones han sido de este estilo, un poco de dolor, un poco de drama y el sinsabor al final que deja un nuevo fracaso.
Todos añoramos encontrar esa persona con quien la conexión es real y no del mundo de la ilusión, el amor verdadero, el alma gemela, el amor que sana, ese amor que es realmente diferente e incondicional, ¿Cómo reconocer entonces cuando estamos ante el amor es verdadero?
Lo primero es saber que el amor verdadero solo llega cuando has hecho un trabajo importante contigo, en esta o en otras vidas, es un premio que te das a ti como resultado de haber sanado tus karmas y tus heridas. Lo que hace que un amor sea verdadero es lo que llevas tú por dentro, la poca carga que traes. Este amor se encuentra cuando ya has perdonado, ya has abierto tu corazón, ya has saldado deudas, cuando conoces bastante de ti, tu oscuridad y tu luz. Cuando no has sanado por ejemplo tu apego, entonces la forma de relacionarte desde la dependencia y la necesidad con el ser que te acompaña genera dolor, enciende la rueda del karma y el drama vuelve. Cuando ya te liberaste de tus apegos sueltas y al soltar hay paz entre ambos y dejas ser al otro.
Asi que encontrar el amor verdadero es encontrarse de frente con tu capacidad de amar incondicionalmente. Te amo como eres, te amor aunque no estés, te amo sin verte, te amo y te suelto si hay cosas que necesitas vivir aun. El amor verdadero no quiere cambiar al otro, porque es perfecto tal y como es, no genera sufrimiento, porque ya conoce los juegos de la mente y no se involucra en ellos, no juega juegos de dolor.
No es un amor desenfrenadamente pasional, sexual, posesivo y desesperado, porque la conexión no es desde el cuerpo, no es desde el afán, es desde la paz del corazón, que sabe esperar, que sabe que el lazo de amor no va a romperse, es un amor tranquilo que apoya el crecimiento del otro, aun si eso implica la distancia física, porque además en esta no hay dolor, todo lo contrario, hay alegría por el otro de ver como el otro ser crece y se expande. Algo importante de anotar es que por la interconexión de las almas, cuando un gemelo crece el otro también lo hace, aun en la distancia.
El amor verdadero no tiene agendas de tiempo, no le importa el pasado, no planea el futuro, fluye con el momento y crece con el momento. Si el ser amado no está, no se siente un vacío, ni dolor, porque ya se descubrió que se es un ser completo, “no necesito al otro, no dependo, simplemente amo y disfruto, su compañía, asi de simple”. No significa que no extrañemos o deseemos su presencia, significa que se suelta con tranquilidad.
Las almas gemelas viven su amor en todas las dimensiones y su sexualidad, no es una expresión meramente corporal, es un encuentro mágico, es un ritual sagrado, es la conexión con el ser amado, con su alma pero también es una comunión con lo divino, con lo que no se puede nombrar, porque no tiene palabras, solo es música y color. Hay respeto, silencio, risas, complicidad, profundidad y la posibilidad de viajar a través del cuerpo del otro, de sus ojos hacia otros mundos para luego regresar y sellar el encuentro con un beso eterno.
Las almas gemelas, tienen gustos afines y una visión de la vida muy similar, son un espejo uno del otro, muchas veces no necesitan hablar porque se entienden telepáticamente o desde el corazón, todo se sabe con una simple mirada. Comparten habilidades y debilidades y sin embargo tienen mucho que aportarse, no solo por ser un espejo del otro y poder ver en su gemelo lo que necesitan trabajar, sino también porque han tenido experiencias de vida y diferentes habilidades que aportar.
Con el amor verdadero no se siente la necesidad de salvar al otro, o de recorrer su camino, no hay “pesar”, ni se duda de sus capacidades, cada uno es responsable por sanarse y hacer su vuelo. Su relación es sana, de modo que se cuidan pero no se controlan, se protegen pero no arrastran los problemas del otro. Cada uno limpia su propio “desorden”, a su ritmo y sin recibir juicios.
Las almas gemelas son sinceras, no hay manipulación, mentiras, ni agendas ocultas, se dice lo que se siente porque el otro comprende y se retira es paz de ser necesario, para dar el espacio, para que el otro viva, experimente y sienta lo que necesita para su desarrollo.
Como se ha sanado el dolor que permite que estas almas se encuentren, entonces cuando estas frente al amor verdadero no hay quejas, tristezas o victimización, lo que si hay es alegría, buen humor, risas, juegos y caricias que van desde el cuerpo hasta más allá del alma. Con las almas gemelas no se sabe si son dos niños jugando, dos amantes rindiéndose homenaje o dos amigos que comparten puntos de vista.
Muchos trabajadores de la luz ya han empezado a manifestar el encuentro con su alma gemela, ya no desde el campo sutil, sino que físicamente están disfrutando de esta compañía, esta era una de las grandes promesas que traía la convergencia armónica y el despertar del planeta iniciado en los años 80´s, y como resultado de todos estos años de trabajo los encuentros se están dando, los velos están siendo retirados para darnos cuenta, tal como se anunció, que las almas gemelas estaban más cerca de lo que se creía.
Es una gran alegría sentir este amor, sentir esta conexión y esta paz que trae este amor verdadero. También es importante aclarar lo siguiente: Podría ser que este ser no llegara para quedarse, podría ser que llegue a moverte, a ayudarte a despertar y siga por otro camino. Podría ser que como en el caso de Jesús y María Magdalena, se acompañen en un momento vital de la existencia para luego reencontrarse al otro lado del velo y allí fundirse nuevamente. Podría ser que tu alma gemela aparezca momentáneamente para dejar una vibración de amor en ti, pero luego elija seguir creciendo en otro lado. Podrían ser muchas las opciones, asi que aún al amor verdadero hay que someterlo a la prueba del tiempo y no dar nada por sentado. Afortunadamente con estas almas no hay esperas, ni promesas, solo la fluidez del momento. Si el ser sigue su camino no será problema porque tú ya te sientes un ser completo, libre y conectado con TODO LO QUE ES. Ya se encontraron nuevamente, no importa lo que pase después, ya se reconocieron, su amor está intacto y es una prueba de tu trabajo personal, de tu profunda conexión contigo y de tu liviandad, es la voz del gran espíritu diciéndote “Todo está más que bien”.
También es posible que sí se hayan encontrado para quedarse juntos, sobre todo cuando juntos van a darle un regalo a la humanidad, cuando sus aprendizajes requieren dar fruto y entregarles algo de esta sabiduría a otros.
Siento que no es importante diferenciar si es un amor verdadero o un alma gemela, sabiendo que las almas gemelas nacieron en el mismo momento y lugar, mientras que un amor verdadero puede no ser un alma gemela pero si un amor puro y transparente, aquí lo importante es la paz, la ausencia de drama, la conexión y la alegría que hay entre ambos, logrado todo esto por el trabajo personal.
Encontrarse con esta clase de amor es una experiencia única, grandiosa y vigorizante, impulsa tu aprendizaje, tu creatividad y tus habilidades. El amor verdadero si existe, empieza por ti para luego ser manifestado con y a través del otro, asi que ¿por qué conformarse con menos?
Vive mucho, Sánate, Experimenta, Recapitula, Di “no gracias”, Arriésgate, Actúa, Mírate, Amate Y Cambia… Solo caminando encuentras a tu amor verdadero.
En Amor y luz
María Paula Vélez©