1. Conócete más
Conocer mejor nuestras debilidades y fortalezas nos permitirá tener un mayor sentido de realidad. Inicia un proceso de autoobservación que te permita, sin juicio, saber cómo te sientes frente a cada situación.
2. Aprende a vivir en el presente
El ahora es el único tiempo que existe. Recuerda que el pasado ya pasó y que el futuro no ha llegado todavía. Acepta tu historia personal tal como es y centra tu atención en vivir momento a momento.
3. Expresa lo que guardas
Para que puedas evitar acumular ira y resentimiento necesitas aprender a expresar asertivamente lo que piensas y sientes. Hazlo con un lenguaje claro, directo y objetivo.
4. Practica el perdón
Llénate del amor hacia tus seres queridos para que puedas comprender la limitación o la ignorancia de las personas que te hicieron daño, así podrás perdonarlas con más facilidad. Perdona para que salgan de ti los pensamientos y los sentimientos negativos que guardas.
5. Acepta a los demás como son
No quieras cambiar el comportamiento y la actitud de otros. Acéptate a ti mismo y a los demás con sus cualidades y limitaciones, centra tu atención en la afinidad y en las semejanzas que tienes con ellos. Mejora tus relaciones personales.
6. Sé consciente de lo que haces
Aprende a no dejarte llevar por los demás a la hora de tomar decisiones, entiende que tus puntos de vista y opiniones son tan valiosos como los de los demás. Defiende tus ideas y siéntete capaz de poner límites a quienes pretenden abusar de ti.
7.Cambia tus pensamientos negativos
Comienza a pensar y a actuar en positivo. Sal de los pensamientos que te causan dolor, ira y temor y cultiva los que te generan paz interior y te motivan a practicar el perdón y la reconciliación.
8. Mantén una rutina de ejercicios
Caminar al aire libre y a buen paso te ayudará a liberar las tensiones, a oxigenarte un poco y a ganar vitalidad. Crea una rutina y practícala con disciplina
9. Realiza actividades divertidas
Haz una lista con todas las actividades que siempre quisiste hacer y que te parezcan relajantes y divertidas. Incluye algunas de ellas en tu agenda semanal para que puedas alternar la actividad con la diversión.
10. Réstale importancia a las cosas que no la tienen
Aprende a diferenciar entre una situación importante y otra que no lo es. Recuerda que en la medida en que mantengas la serenidad y la confianza en ti mismo, podrás afrontar lo inesperado de una mejor manera.
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