Esconder nuestra verdadera personalidad y forma de vivir por temor a sentirnos rechazados o criticados por otros, en especial por las personas que queremos, nos llevará a experimentar una gran frustración que pudiera convertirse en depresión o en agresividad.
Aparentar que somos una persona diferente ante los demás para ganarnos su aceptación, nos muestra que todavía tenemos conflictos pendientes por resolver con el pasado y que seguramente tienen su origen en la infancia, cuando aprendimos a comportarnos o a responder de la forma en la que nuestros familiares lo esperaban para ganarnos su aprobación y cariño.
Pero ahora, después de que ha pasado tanto tiempo y nos convertimos en adultos, tenemos la posibilidad de romper ese círculo negativo que solo nos causa insatisfacción, ansiedad y estrés.
Puedes comenzar a ser tú mismo, darte la oportunidad de expresar tus verdaderos sentimientos, pensamientos e inquietudes, en especial en la compañía de tus personas más queridas. Por supuesto, recordando que eres responsable de elegir las palabras más adecuadas y el mejor momento para hacerlo, sobre todo si habías escondido esa parte de ti. ¡Darte a conocer es liberador!
Una de las situaciones más críticas que, en este sentido, enfrentan las personas con doble vida se presenta cuando, al sentirse atraídas por alguien en especial, empiezan a construir una imagen ficticia de sí mismas, queriendo aparentar ante el otro que son la persona ideal que piensan que está buscando, perdiendo la oportunidad de ser auténticas, de mostrarse tal cual son, para descubrir si existe una afinidad verdadera entre ambos, que con el tiempo les permita construir una relación estable, satisfactoria y duradera, basada en la autenticidad de comportamientos, expectativas y sentimientos.
No podemos engañarnos a nosotros mismos y a la otra persona para obtener el supuesto bienestar de su presencia en nuestra vida. En muchos casos seguimos presos de ciertas creencias equivocadas que adquirimos en algunos momentos de la vida, así que seamos capaces de liberarnos de algunas de ellas; tengamos el valor, la determinación y la perseverancia que necesitemos para reconocerlas y hacer cuanto sea necesario para superarlas y cambiarlas por otras, que nos impulsen e inspiren a vivir con honestidad, conciencia, paz, satisfacción y bienestar.
Claves para retomar el sentido de tu vida
• Busca la mejor manera de expresar lo que sientes y quieres. Evita suponer lo que pensarán los demás de tus ideas. No tengas temor de ser rechazado. Recuerda que siempre encontrarás personas afines con tu punto de vista. No seas tan crítico contigo mismo.
• Arriésgate a ser tú mismo. Cuando te comparas con los demás y quieres parecerte a otra persona, pierdes tu identidad. Acéptate como eres y anímate a ser auténtico en todo momento.
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