Cuando desarrollas una personalidad más fuerte, segura e independiente, hay una necesidad de moverte de lugar o de progresar. Para llevar a cabo esto, muchas veces tendrás que romper los roles implícitos en una relación. Tú esperarías que tu pareja se sintiera con el mismo entusiasmo, y la verdad es que muchas veces es así. Lamentablemente, en otras ocasiones pasa todo lo contrario, tu pareja te corta las alas.
NO bien acabas de contar tus planes a futuro cuando escuchas cosas de parte de tu pareja como:
- ¿Para qué quieres estudiar? ¿A tu edad vas a regresar a la escuela?
- ¿Para qué quieres trabajar?
- ¿Y los niños? ¿Quién les va a hacer de comer?
- No sé amor...
- Poner un negocio es un lío.
- No te puedo echar la mano ahorita.
Etc.
¿Por qué lo hace?
Esto no siempre sucede porque tu pareja tenga una personalidad narcisista, alguna patología grave, porque no te quiera o porque no busque lo mejor para ti. Su reacción, se sustenta más en la ansiedad que le provoca tu cambio, basada en el grado de dependencia emocional que haya depositado en ti. El cambio para tu pareja equivale a una amenaza potencial, a una pérdida o la fantasía de hasta dónde llegarás con esta “locura”.
Los contraataques
Acusarte de deslealtad, egoísmo, estar loco o mal aconsejado, amenazas de terminar la relación, no reconocer que has cambiado para bien y otros chantajes.
¿Cómo identificar si tu pareja te quiere cortar las alas?
- Se comporta con reglas rígidas.
- Los roles y lo que cada uno hace están muy marcados.
- Suele ver las cosas en blanco y negro.
¿Qué hacer?
No hay una solución definitiva, pero quizá estas ideas puedan ayudarte, partiendo de que muy probablemente la intención de tu pareja es calmar su ansiedad y no cortarte las alas:
1. No combatas los contraataques o le pidas actuar distinto
2. Escucha los temores e inquietudes de tu pareja y valídalos en lo posible.
3. No te detengas en tu proceso de cambio.
4. Recuerda que no es sólo lo que quieres hacer lo más importante, es lo que representa para ti.
Un consejo si eres la pareja “corta alas”, pero no quieres serlo.
Trabaja con tus miedos, ofrece a tu pareja un ambiente seguro y cálido en el cuál refugiarse en estos tiempos de cambio. Sé su cómplice y amigo sin descuidarle con tus consejos. Antes de decirle tus temores acerca de algo escúchale con entusiasmo, trata de igualar su estado emocional y ya que has validado hazle saber tus inquietudes. Si identificas tus miedos dícelos.
Mario Guerra