La falta de afecto es uno de los problemas más comunes en las relaciones de pareja, al inicio de las relaciones hay un gran interés por seducir y hacer sentir bien al compañero/a, pero a veces esa llama comienza a debilitarse.
El afecto es una necesidad:
El efecto se da y recibe, son las acciones que una persona realiza para demostrar cariño y amor por alguien. Por ejemplo una abrazo, escuchar a alguien, brindar palabras positivas, la amabilidad, un regalo, etc. Son muestras de afecto.
No se ha podido explicar el afecto en términos históricos, quizás sea una necesidad, porque el cerebro está adaptado a recibir afecto por parte de la familia, amigos y es parte de la vida social actual.
Por ejemplo un niño no puede subsistir sin el apoyo de su familia, porque necesita la continua supervisión de sus padres a lo largo de los primero años.
¿Qué es la falta de afecto?
Es el desinterés, apatía o baja atención que una persona muestra por otra. La falta de afecto puede ser consciente e inconsciente. En el primer caso, la persona sabe que no le interesa mostrar cariño a alguien particular, en el segundo caso puede ser el resultado de una atención dirigida a otro punto como en el caso que una persona esté preocupada o con mucho estrés.
La falta de afecto tiene repercusiones negativas, especialmente en los primeros años de vida del niño:
Investigaciones elaboradas en la Universidad de Wisconsin-Madison, hicieron un descubrimiento importante al comparar niños que se criaron con sus familias biológicas, respecto a otros que lo hicieron en orfanatos. Los niños criados en orfanatos tenían menores niveles de vasopresina y oxitocina, entonces se cree que la falta de cuidados y una fuerte interacción afectiva en la niñez causa esas deficiencias y puede ocasionar dificultades para formar relaciones en el futuro.
Para recibir afecto, es necesario darlo:
Esto puede comprobarse con una prueba sencilla incluso con desconocidos, una persona amable, normalmente puede recibir gestos de afecto por otras personas, aunque no las conozca, esto es debido a un efecto claro de sembrar una acción positiva, por supuesto que no todas las personas reaccionarán de la misma forma.
Cuando se comienza a dar afecto, entonces algo va ocurriendo al interior de la mente que crea una un vínculo fuerte con una persona.
Nadie puede resistirse al poder del corazón y eso lo han demostrado muchos maestros a lo largo de los siglos, el amor supera a: la indiferencia, odio, enfermedad y problemas de cualquier tipo. Si se desea recibir mucho afecto, hay que comenzar a darlo en todas partes y en especial con las personas que están más cerca.
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