Basta que no quieras pensar en algo para que ocurra justo lo contrario. ¿Estás en pareja pero aún piensas en otra persona, aunque sabes que no deberías?, ¿has metido la pata con alguien y no dejas de pensar en ello, aunque darle vueltas solo es una pérdida de tiempo? -
Cuando estamos nerviosos y nos empeñamos en olvidar lo más probable es que fijemos aún más ese pensamiento, resulta paradójico pero sucede. En Depsicología.com te contamos más sobre porqué tratar de suprimir un pensamiento en realidad lo potencia, incluso se puede llegar a convertir en una obsesión.
Es por esto que las terapias psicológicas evitan la supresión del pensamiento y se centran en la distracción y la aceptación, por ejemplo si tienes que tomar una decisión difícil darle vueltas horas y horas no te ayudará, sino que te hará ponerte más tenso y por lo tanto poder equivocarte con más facilidad.
Estrés, emociones y pensamientos
Varias investigaciones han demostrado que cuando se está nervioso o estresado tratar de sacar un pensamiento de nuestra mente puede tener efectos contrarios, en realidad los hacemos más fuertes.
El ejemplo clásico es la investigación realizada por Wegner en 1987. A un grupo de personas se les dio una instrucción “no pienses en un oso blanco”. El resultado es que las personas instruida para suprimir un pensamiento suele pensar dos veces más en ello que los que no están instruido en suprimir el pensamiento.
A veces nuestras mentes nos juegan malas pasadas. Enumeramos algunos ejemplos donde queremos dejar de pensar en algo y ocurre que pensamos aún más…
Has metido la pata
Si has hecho o dicho algo que no deberías haber dicho. Por ejemplo, acudes a una entrevista de trabajo y no quieres hablar mal de tu anterior empresa porque sabes que eso da mala impresión, sin embargo acabas metiendo la pata. Una vez terminada la entrevista no puedes dejar de pensar qué hiciste mal.
Esto sucede porque cuando se está en una situación de tensión, tratar de evitar mencionar algo puede hacer que lo tengamos más presente en la memoria y se nos escape.
En un estudio realizado por Lane en el (2006) fue observado este fenómeno, los participantes fueron más propensos a dar un dato concreto cuando se les había dicho que –no debían para nada dar ese dato-, que cuando no se les dijo nada en absoluto.
El romance prohibido
En un estudio realizado por Werner en 1994, a un grupo de personas que jugaban a la cartas se les dijo de hacer algo (jugar con los pies del compañero o compañera que tenían cerca sin que nadie lo supiera mientras que a otros no se les dijo nada.
El resultado mostró que después de jugar con los dedos de los pies de los compañeros de mesa en secreto, cuando luego trataron de reprimir su acción en realidad se volvió mas fuerte. Este es el fenómeno que explica porque no es fácil deshacerse de los pensamientos de una ex pareja en momentos que aparentemente no tendrían porqué surgir en nuestra mente. En este caso cuanto más trates de apartar esos pensamientos de la mente más fuertes los vuelves.
Los prejuicios
Quien trata de suprimir prejuicios como el sexismo, el racismo, a homofobia porque no resulta políticamente correcto, pero en el fondo no cree en lo que dice. Es muy probable que pueda cometer algún error que demuestre sus prejuicios…, justo lo que quiere evitar.
Macrae investigó en 1994. En en experimento se reúnen distintas personas de color y de piel blanca en una sala de espera. Se trataba de medir el prejuicio hacia la supremacía blanca. Los que habían sido instruidos en suprimir ese prejuicio les costaba tanto dejar de mostrarlo que inconscientemente se sentaba lejos de la gente blanca. Mientras que los que no habían sido aleccionados en evitar tal prejuicio se comportaban con mayor naturalidad.
No quieres estar triste
Nuestras emociones son propensas a las contradicciones. Cuando una persona trata de obligarse a estar alegre se encuentra a menudo sintiéndose tensa, quiere dejar de sentirse triste y sin embargo no sabe qué hacer para lograrlo. Las terapias psicológicas buscan desviar la atención o sustituirla. Se trata de que la persona aprenda a aceptar que durante un tiempo surgirán este tipo de pensamientos y luego irán disminuyendo.
Basta que quieras dormir para que no te duermas
Todo el que alguna vez haya tenido insomnio sabe a lo que me refiero. Es bastante difícil tratar de conciliar el sueño de forma controlada, uno se duerme generalmente sin darse apenas cuenta y no a voluntad. Esto precisamente se ha estudiado en experimentos como el de Ansfield en 1996.
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