La gardenia es una de las flores preferidas de Ariadna, la Diosa Celta de la Luna y aunque siempre ha estado asociada a los conjuros y ritos de amor, es también la gran protectora contra los maleficios y las energías negativas.
Se cree que posee una vibracion especial. En la cultura Celta se utilizaba para encaminar a los epiritus positivos, que guiados por su aroma, se hacian presentes en los ceremonias donde se solicitaba ayuda y proteccion.
Pensando precisamente en la vibraciones espirituales de la gardenia, formaban pequeños ramilletes que sostenian en las manos y que luego deshojaban sobre una bandeja, para ofrecerle a la diosa Ariadna los petalos aromaticos antes de solicitar sus favores.
Es de la pocas flores que no pueden utilizarse una vez que se han marchitado o secado, asi que hay que aguardar a los meses de Mayo a Otubre, recoger las hojas y las flores de las ramas con delicadeza y mencionando siempre que van a ser utilizda para fines positivos y altruistas.
En una Luna llena Se recogen las flores enteras de la gardenia, se depositan en un platillo de barro o de ceramica y se dejan toda la noche cerca de una ventana orientada al Este. Al amanecer se deshojan y se termina el proceso con la tecnica habitual de elaboracion de los perfumes.
Esta esencia, creada en los dias adecuados y con las flores recogidas con respeto, es muy eficaz contra el mal de ojo y la envidia.
Se usa haciendo siete cruces sobre el cuerpo con el pulgar de la mano derecha:
En la frente
En los labios
En el pecho
En el vientre
En los empeines de los dos pies
Y en las muñecas de las dos manos.
Para hacer la mano derecha, si lo haces sobre ti mismo. es en el unico momento en que se cambia el dedo pulgar de la derecha por el de la izquierda.
Antes de comenzar y al terminar este pequeño ritual de proteccion se pronuncia el conjuro de la Diosa.
“Bajo tu proteccion Diosa de la Luna
Las sombras del temor y de las dudas desapareceran de mi mente,
Que el aroma de estas flores lleguen a ti.
Esta es mi ofrenda.
Son parte de tu esencia.
Te ruego que mi intuición sea la voz de la sabiduría
Y que mi aprendizaje me permita distinguir los amigos de los enemigos.
Aparta de mi todo daño y todo mal. Abre los caminos y aleja de ellos a los enemigos, tanto visibles como invisibles”
Que así sea.
(La frase “que asi sea” ha de repetirse como es costumbre tres veces)
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