Las propiedades reductoras de las algas marinas se basan en que:
Es un alimento que da un alto valor de saciedad, ya que al entrar en contacto con el agua, aumenta de volumen.
Estimula el tránsito intestinal (peristaltismo), gracias a su contenido en mucílago (tipo de fibra). De esta manera ayuda a eliminar toxinas y residuos.
Actúa regulando la glándula tiroides, por su alto contenido en yodo.
Disminuye el apetito, por su alto contenido en fenilalanina (inhibidor del apetito).
Ayuda a la formación de glóbulos rojos.
Desintoxica naturalmente, ayudando en caso de intoxicaciones por plomo, arsénico, etc., a eliminar estos metales del organismo.
Es un antioxidante por su alto contenido en vitamina E.
Estas algas se pueden consumir con dos vasos de agua, media hora antes de comenzar a comer, y de esa forma dará aún más poder de saciedad. Generalmente las algas se comercializan deshidratadas, o en cápsulas.
Deberás tener en cuenta que alguna de ellas posee un alto contenido en sodio, y si eres hipertenso deberás elegir las algas de agua dulce, y no las de agua salada.
Ante cualquier duda no dudes en consultar con tu médico.