Treinta años atrás era rarísimo encontrar restaurantes, revistas y libros vegetarianos. Era considerado algo poco conocido, escaso, lleno de tabúes y casi que tenías que deletrear la palabra.
En la actualidad, es un concepto que se encuentra presente en casi todos los menúes, y es una tendencia que se halla en rápido crecimiento y aceptación.
Pero la forma más sencilla de explicarlo es que tiene grandes beneficios para la salud, ayuda al planeta y demuestra más compasión hacia los animales.
El tema es que el planeta, la naturaleza, no está preparada para alimentar a billones de carnívoros. Es más, la demanda se calcula que seguirá creciendo en especial de países como India, China y Estados Unidos. Por ello es que la ciencia ya está trabajando en crear la hamburguesa de laboratorio que se supone ayudará a suplir esa alta demanda.
Por otro lado, para suplir con la demanda futura de proteína, ya existen también los criaderos de insectos que según reportes de prensa, llegarán a reemplazar la proteína derivada de ganado.
Pero mientras tanto, la producción industrial de animales empuja a los criadores a criar animales bajo situaciones extremadamente crueles y denigrantes. Sumando a ello que no terminan siendo un producto saludable para la salud: cargado de hormonas para el crecimiento, antibióticos para prevenir y resistir las enfermedades, y de extrema baja calidad debido a la alimentación pobre que reciben.
Si no quieres ser vegetariano tienes otras soluciones para gozar de salud y ayudar al planeta y a los animales:
Compra orgánico: Aunque muchos pueden argüir que comprar orgánico es más caro, que sí lo es, pero no tanto como lo era hace 10 años atrás. Y honestamente, lo que te ahorras en calidad lo terminas pagando en medicinas. Lo sé por experiencia.
Comer menos carne: Lo otro que puedes es no comer carne por un día durante la semana. Por ejemplo, los lunes. De hecho, existe en los Estados Unidos la campaña de los Lunes Sin Carne. Aún si dejas de comer carne un día a la semana, notarás cambios grandes a nivel salud e impactarás de gran manera el futuro del planeta.
Ahora en lo que respecta a los vegetales, debido a la creciente demanda también se han comenzado a producir genéticamente para elevar la producción, resistir los pesticidas, y elevar la vida y sabor de los mismo.
La mejor manera es estar informado de dónde provienen tus vegetales, frutas, carnes, pescado, aves, huevos, quesos y lácteos, En momentos como los que vivimos es más crítico que nunca entender las fuentes de origen de nuestros alimentos. Y que siempre que puedas elijas las fuentes más sanas, orgánicas, naturales y que estén en armonía con la naturaleza. La mejor fuente de estos son los mercados verdes de productores locales cerca de donde vivas. En pocas palabras, es regresar a lo básico.
Lo otro que debes tener en cuenta cuando busques reemplazar proteínas animales por vegetales, es que te tiene que gustar. Confieso que hay muchas proteínas vegetales que no me gustan, y simplemente no las como, pero no intento disfrazarlas de algo que no son. La naturaleza es vastísima y generosamente abundante y rica, que hayamos crecido en una cultura carnívora no significa que en el planeta no existan las fuentes verdes naturales que reemplacen la proteína animal.
http://vegetales.about.com/od/Cambio/a/Despertando-La-Conciencia-Vegetariana.htm