Los estados contemplativos nos aportan el silencio activo necesario para entrar en contacto con esa parte de nosotros que siempre está tranquila, completa, contenta y sabia. Según Swami Visnudevananda, “la paz mental es felicidad”. La paz interior se refleja también en un mejor estado de salud, mayor capacidad de concentración y claridad mental, armonía interior, una visión más positiva de la vida, flexibilidad y fortaleza espiritual.
Así que si cada día te retiras del mundo y dejas a un lado tus pensamientos, de donde vienen nuestras angustias, enfermedades, tristezas, contrariedades y fluctuaciones emocionales, podrás conectarte con el amor universal y estar más cerca de una felicidad más evolucionada e incondicional: tu felicidad innata. Te explicamos esta sencilla técnica que constituye el corazón del yoga.
1. Elije un momento del día en el que tu mente esté más dispuesta a concentrarse, como temprano en la mañana o en la tarde, luego del movimiento del día. En todo caso, recuerda que meditarás unos minutos simplemente, de manera que no tiene que ser nada dispendioso ni complicado.
2. No es necesario que te vistas de una manera especial para meditar. Simplemente debes estar vestido con ropa cómoda, que no sea ajustada ni tiesa, que te permita sentarte en el piso durante algunos minutos. Haz los ajustes necesarios para no sentir frío ni calor.
3. La habitación donde medites debe darte un momento de silencio y tranquilidad. Si hay más personas a tu alrededor, avísales que vas a meditar durante diez minutos durante los cuales no vas a estar disponible y pídeles que no te interrumpan. Date tú mismo el permiso de hacer una pausa.
4. Siéntate cómodamente con las piernas cruzadas, con los hombros relajados, pero de manera que tu columna vertebral esté recta. Así tendrás mayor atención y la energía vital podrá fluir más libremente.
5. Lleva tus manos a tus rodillas, con las palmas hacia arriba en un mudra como vishnu mudra (con las yemas del dedo índice y pulgar unidas) o déjalas sobre tus rodillas con las palmas hacia abajo.
6. Cierra los ojos y lleva la atención a tu interior. Sonríe desde lo más profundo de tu ser, agradeciendo tener un momento para ti mismo y tu desarrollo interior, para abrirte a la dulzura de la vida. Siente cómo creas un espacio para expandirte internamente y reconfortarte, estar en silencio y estar en conexión con el simple hecho de existir.
7. Intenta recoger tus sentidos, es decir, alejarte de los estímulos del entorno. Olvídate de la distracción que puede significar tu cuerpo o los sonidos que lleguen a ti, pues estos generan distracción en el pensamiento.
8. De la misma manera, evita dejarte llevar por la distracción que se origina de tu propia mente a través de ideas, sentimientos, recuerdos. Deja ir el pasado y no pienses en el futuro. Vive sólo el momento presente: en el yoga no existe el tiempo.
9. Concéntrate en tu respiración y procura que ésta sea profunda. Observa cómo entra el aire, llenándote de vitalidad y calma. Siente crecer la parte baja de tu abdomen, la parte media y tu pecho con el aire, y cómo exhalas por tu nariz. La respiración va a ser tu principal punto de foco durante tus primeras meditaciones. Disfruta lo agradable que es y lo que aire hace por ti. Deja que tu respiración tenga su ritmo natural.
10. Lleva tu concentración al punto entre tus cejas, (donde está ajna chakra, el centro de nuestra conciencia trascendente). Si eres de naturaleza emocional, puede que te identifiques más con el chakra del corazón, que se encuentra en el centro de tu pecho.
11. Cuando lleguen las ideas o emociones no las reprimas. Deja que lleguen pero no te aferres a ellas ni las alimentes. Trae con dulzura la atención nuevamente a tu respiración.
12. Haz este ejercicio durante 10- 20 minutos cada día o durante el tiempo que puedas. Más que la duración, importa la constancia. Siempre será benéfico para ti. La meditación es una práctica que requiere atención pero no esfuerzo. Significa un descanso y una experiencia placentera.
Otros elementos de la meditación clásica:
Este es el fundamento de la meditación. A continuación te damos algunas herramientas adicionales que pueden ayudarte a conservar la conexión con ese punto interior de luz. Estas son sólo herramientas, de manera que son variables a cada persona.
13. Repite mentalmente el mantra Om o el mantra soham, que son dos mantras abstractos y que hacen referencia a la unidad con el universo, es decir, a la parte infinita de nuestro ser. Los mantras son sonidos que traen armonía y crecimiento espiritual. Hay diferentes mantras que el yoga comparte con las tradiciones budista e hindú y puedes aprender sobre ellos para que elijas uno. ¿El criterio? Que te ayuden a concentrarte y que evoque cualidades con las que te identifiques, de no ser abstracto. Puedes cuadrar el ritmo de repetición de tu mantra con tu inhalación y exhalación. Para la meditación con mantras también está la mala que es un collar con 108 cuencas y que sirve para calmar la mente cuando está más alterada de lo normal.
14. A algunas personas les ayuda concentrarse en una imagen que les inspire paz y divinidad, como una flor, una mandala, una vela, una imagen divina. Elige una imagen que para ti tenga un significado trascendente. Lo importante es que siempre utilices el mismo mantra y la misma imagen para crear un hábito.
http://elyoga.about.com/od/Tecnicas/a/como-meditar-como-hacer-meditacion.htm