Cuando conocemos a nuestra pareja no nos fijamos en su relación con sus padres. Estamos enfebrecidos y absortos en el otro, conociendo cómo habla, cómo huele, qué le gusta. Pensamos, claro, que estamos ante un adulto independiente con ganas de tener una relación adulta.
Pero hay veces en que mamá y papá vienen en el combo , y no hay manera de hacer crecer a tu compañero en la autonomía necesaria para poder formar una familia nueva con una dinámica sana y feliz.
Los mameros y las nenas de papá están a la orden del día.
Cuando descubres que Electra y Edipo (los complejos) son los hermanos invisibles de tu pareja, ya estás absolutamente enamorado y no quieres dejar esa relación por nada del mundo. Pero sus papás están presentes en todas las decisiones y gustos. Hasta límites insoportables y absolutamente íntimos.
Los mameros
Un hombre adulto que tiene una dependencia emocional absoluta con su mamá, que la idealiza y pasa todos los hechos de su vida por su escrutinio antes de tomar una decisión… es un mamero. Podría padecer del complejo de Edipo, un "enamoramiento" platónico por la figura de la madre (¿Te has fijado si te pareces un poco o mucho a su mamá?), o tener una inmadurez emocional. Es decir, en la adolescencia no cortó el vínculo de dependencia materno-filial y nunca se convirtió en un adulto, psicológicamente hablando.
Características de un mamero
¿Quieres saber si las eternas indecisiones de tu pareja son una señal de que tienes un mamero en casa? Atenta, tu amor está complicado si:
· Nunca corre un riesgo por su cuenta. Ni por la cuenta de los dos, es reacio a lanzarse a la aventura. Se emociona con ciertos planes y después se echa atrás.
· Antes o después tu suegra opina acerca de ese tema que vienes discutiendo con tu chico (pensabas que en secreto).
· Lo niega, no quiere reconocer que su mamá aún tiene mucho poder sobre él, pero cuando ella está presente, él se vuelve un cachorro.
· Quiere que tú te vistas y luzcas como a ella le gusta, por lo menos cuando sabe que van a estar juntas. Pero, al mismo tiempo, esconde frente a ella que le encanta verte con tacones altísimos y escotes pronunciados.
· Es otro cuando está con su mamá y te sientes "del lado del enemigo" sin saber por qué.
· Tu suegra es amable y condescendiente, sabe que el nene es suyo.
· Es un excelente trabajador y muy inteligente, pero no puede tomar decisiones que impliquen emociones.
· Él tiene su propia casa, o ya están conviviendo, pero tu suegra tiene la llave "de las urgencias" y la usa para dejar comida cocinada por sus manos los viernes, por sorpresa, y hasta se ocupa de tirar "eso que ya se veía feíto" que habías guardado para la noche.
· Todos los domingos terminas yendo a casa de tus suegros a pesar de que siempre tenéis una discusión al respecto. Relega lo que sea con tal de satisfacer a su madre.
Las nenas de papá
Ellas son la versión femenina del mamero. Son las eternas consentidas de papá. Y papá lo sabe y le encanta. Se mide contigo como gallo de corral pero hace ver a su hija que está muy contento con que te haya elegido. Quizá hasta le caes bien, pero no puede evitarlo. Es su muñeca y no quiere dejarla ir. Sobreprotector y seductor, parece un novio más que un padre y, a veces, lo sientes como un rival romántico.
Tu compañera está absolutamente seducida por la figura paterna, juega a ser muy mimosa y se deja proteger. Todo lo que hace papá es maravilloso y te compara constantemente con él, explícita o implícitamente. Excepto en las relaciones sexuales. Que son algo que no se trata, menciona o insinúa cuando el padre está presente. Si los tres están en una misma habitación la química sexual se desvanece, ella es incapaz de mostrar su lado seductor contigo delante de su progenitor. Complejo de Electra, o similar.
Qué hacer
Si tu pareja es inmadura emocionalmente y sigue unida a su mamá o su papá no creas que no lo sabe o no es consciente de ello. Quizá le pese enormemente y no sepa cómo romper las cadenas invisibles. Después de todo, es culpa de sus padres no suya. Así ha sido su crianza, para que no pueda independizarse nunca. Entonces tienes que ayudar, es demasiado vergonzoso para hablarlo cara a cara, así que sugiere una terapia. Los cambios serán bastante rápidos y efectivos porque el mamero o la nena de papá tienen ganas de cambiar, aunque no lo digan.
Por lo general, cuando sienten que su relación de pareja está en peligro, acceden a ir a terapia porque se dan cuenta de que es hora de tomar una decisión. No se les pide que dejen de amar a sus padres, simplemente que avancen en la manera de relacionarse con ellos, para poder relacionarse adecuadamente con sus parejas y, a su vez criar hijos de forma saludable y entender que, algún día, esos pequeños tendrán que independizarse.
Está en la decisión de los padres de hoy que sus hijos no se conviertan en seres dependientes e incapaces. No perpetúes lo que hoy no te gusta.
http://parejas.about.com/od/relacionestable/a/Que-Hacer-Si-Tu-Pareja-Es-Mas-Hijo-Que-Companero.htm