El matrimonio es un arte. El arte del respeto, la comunicación, la paciencia, la generosidad y el amor bien entendido. El sexo es también muy importante, dese luego, pero si los anteriores no existen, llegar a la cama no tiene el mismo sabor de unión y goce.
Entonces, ¿qué hacemos para que nuestro matrimonio o convivencia sean excelentes? ¿Cómo evitamos los roces y las peleas tontas sin sentir que cedemos en nuestros deseos para evitar problemas?
Muy sencillo. Usamos el respeto al otro. La convivencia, el matrimonio, el verse todos los días y conocer los detalles íntimos de nuestra pareja, no significan que debamos de perder el respeto, palabra olvidada.
Respeto no es distancia. Respeto es amor y consideración y un profundo entendimiento de quién está a nuestro lado. Hay que aprender al otro, no solo amarlo. Eso es respetarlo, cuidar los detalles que sabemos pueden herirle, molestar su sensibilidad u ofender su filosofía de vida. Respetar no es tratar de "Usted" y alejar las muestras de cariño personal. Se puede estar en la situación más íntima y desbordada, utilizando un lenguaje soez, y, aun así, respetar.
· Respeta sus gustos
Cada uno tiene sus gustos y no tiene por qué sacrificarlos o cambiarlos para contentar a su pareja. Por ejemplo, es muy común que a los varones les fascine mirar deporte en la televisión. Muy bien, respeten eso y pónganse de acuerdo en que, en los eventos importantes deportivos, el más fanático de los dos tendrá la oportunidad de disfrutarlo sin que el otro le reproche. Claro que el derecho de uno termina en el derecho del otro. Así que tampoco es cuestión de apropiarse del control de la tele y no permitir que nadie vea otra cosa. Quizá los sitcoms son para tu pareja tan importantes como los deportes para ti. Si no hay un acuerdo… compren otra tele o miren uno de los programas por Internet.
· Respeta sus afectos
Sus amigos, su familia, sus recuerdos. Quizá no todos te gusten. Hay algunos de sus amigos que, en realidad, te caen muy mal y no entiendes qué tienen en común, pero él se lo pasa como un niño cuando comparten un rato juntos. ¿Y su hermana? ¿Cómo es que tu linda esposa tiene una hermana tan deleznable como esa? Lo que es incomprensible es que siga guardando esa camiseta de su equipo del año 82. Está sucia (la quiere sucia), es viejísima y no le queda. Pero él la acaricia cada vez que la ve. Claro que tu esposo piensa exactamente lo mismo de esas sandalias que compraste en Florida en la Luna de Miel y no te vas a poner jamás en la vida.
Afectos, sentimientos, nostalgias. Tienen que ver con la persona que amas, así que, deja espacio para ello y respeta su sensibilidad. La tuya no es menos ridícula a ojos extraños.
· Respeta sus costumbres
Tu pareja ha crecido y se ha criado en otro lugar. Tiene vivencias, creencias, usos y costumbres diferentes a los tuyos. Eso no le hace "raro", las personas tienen distintas percepciones del mundo, máxime si vienen de culturas diferentes. Las parejas que son capaces de sintonizar y respetar las diferencias con el otro, se enriquecen enormemente a todos los niveles. En vez de luchar contra esas cosas que no entiendes o no compartes, intenta descubrir su lado positivo y, si no hay caso y no lo consigues… RESPÉTALAS.
· Respeta su intimidad e individualidad
¿Cómo es esto? ¿No hablamos de parejas? ¿Entonces, dónde puede haber una intimidad e individualidad si lo que queremos es un mundo "de a dos". Sin embargo, en toda relación debe haber un espacio propio e inviolable. Todos necesitamos un mundo nuestro, que nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte. Podemos compartirlo hasta el punto que deseemos, pero no debemos permitir el intrusismo, no, ni de la persona que más amas.
Cajones, pertenencias, carpetas, agendas, celulares, mensajes, emails, tiempo en el baño, silencios, paseos en soledad. Todo eso es absolutamente sagrado. "Meter la nariz" donde no te llaman es absolutamente nocivo. Puede guardar secretos, no contarte, no decirte o no compartirte. Lo hará cuando y si lo desea, y si no lo hace, de nada te sirve intentar forzar la situación, eso solo hará que se aleje y guarde más celosamente su intimidad.
¿Quieres un mundo de a dos?
Empieza por respetar.
http://parejas.about.com/od/relacionestable/a/El-Respeto-Como-Base-De-La-Pareja.htm