Todo el tiempo intercambiamos energía con otros, damos y recibimos energía de diferentes maneras. Tanto en nuestras actividades laborales, como en los vínculos personales (familiares, amistades, parejas) damos y recibimos constantemente. Cuando la medida en que damos y recibimos no es equilibrada, la energía se estanca, se corta, deja de fluir libremente. Esto es porque la energía, en el universo, se equilibra siempre en el tiempo.
Trabajamos y nos dan dinero a cambio, que usamos para obtener cosas materiales y no materiales (servicios), en definitiva, que usamos para vivir. Hoy en día no existe prácticamente el inter.cambio de otras formas que no sean a través del dinero, aunque a veces las personas pueden hacer trueques. Podemos hacer algo para alguien y ese alguien puede hacer algo para nosotros, sin necesidad de que haya dinero como inter.cambio, pero la energía se da y se recibe en medidas equilibradas si ambas partes están conformes.
Reiki es una práctica que nos favorece en muchos aspectos. Pero no es algo tangible, no se puede tocar, no es un producto ni algo material. Por eso, a veces podemos creer que como es energía vital universal, no deberíamos pagar por recibirla o recibir dinero por darla. Algunas personas se disgustan cuando deben pagar por una sesión o un curso, porque creen que la energía universal debería estar disponible para todos sin costo. Existe un preconcepto ya instalado, mucha gente cree que no debería pagarse por algo universal y no tangible.
Sin embargo, la persona que da o enseña Reiki, ha dedicado su tiempo y su esfuerzo, ha puesto su energía para obtener la capacidad de transmitirlo. También ha pagado un valor económico por obtener estos aprendizajes, tal como cuesta obtener cualquier otro conocimiento. Y también la persona que trabaja con Reiki, ha tenido que transitar un camino que la mayoría de las veces no es fácil y requiere de mucha perseverancia, paciencia y constancia. De la misma manera, médicos, psicólogos, terapeutas de diferentes técnicas, han también dado mucho para recibir los conocimientos que permiten ayudar en la curación de otros. Estas personas deben cobrar sus servicios para poder vivir mientras pueden dedicarse a ayudar. Si no lo hicieran, no podrían ayudar a nadie, deberían dedicarse a obtener su dinero por otros medios.
Una terapia de Reiki o un curso de Reiki es también un tiempo que dedica el terapeuta o maestro. Ese tiempo tiene un valor, porque esa persona podría dedicarlo a su familia o a cualquier otra actividad. El dinero que recibe a cambio es lo que le permite obtener un equilibrio entre dar ese tiempo y poner en práctica sus conocimientos, y recibir a cambio algo que le sirve.
En la vida es tan importante aprender a dar como aprender a recibir. A algunas personas les resulta más cómodo recibir y les cuesta mucho dar. Estas son las personas que siempre se fijan en el precio de las cosas y creen que siempre es caro lo que le piden por todo. No pueden darse cuenta de todo lo que hay detrás de lo que desean obtener, no valoran el esfuerzo del otro ni pueden ver el valor verdadero que tienen las cosas. Muchas veces quieren obtener todo por muy poco, porque no valoran cada cosa sino que valoran la acumulación de cosas y conocimientos.
A otras personas les cuesta mucho recibir, y tienden a querer dar más de lo que reciben. Son las personas que sienten algo de culpa cuando tienen que cobrar por su trabajo, su esfuerzo y su tiempo. En estos casos hay seguramente una cuestión de autoestima que hay que trabajar. También puede ser un problema de límites que debe aprender a poner a los demás. O también puede querer dar para lograr así mayor aceptación de los demás. Estas personas pueden sentir que si regalan sus servicios, el otro lo va a aceptar más como persona, lo cual sigue siendo un problema de autoestima.
Solamente estoy mencionando los dos extremos. Seguramente la mayoría de nosotros está en algún punto intermedio entre ambos.
Según las leyes universales, dar y recibir deben estar en equilibrio. Si damos a alguien demasiado y hay un desequilibrio, queda algo abierto en ese vínculo, ese desequilibrio saldrá a la luz en algún momento. Los misterios del universo son muchos, y no sabemos a ciencia cierta las "deudas" que contraemos y que los demás contraen con nosotros a lo largo de nuestra existencia. Si lo miramos desde un punto de vista amplio, y no respetamos estas leyes, en algún momento se nos hará saber que no las respetamos.
El perfecto equilibrio entre dar y recibir, no es tan sencillo de lograr y es muy subjetivo. Hay personas con quienes no necesitaríamos recibir dinero a cambio, porque hay un xxxxxx energético de otro tipo. ¿Pero cómo darnos cuenta de en qué casos pedir dinero y en qué casos no? Tenemos que tener cuidado de no caer en la trampa de la necesidad de aceptación del otro, y de la preocupación del qué dirán. Hay otros casos en los que dar a una persona, produce muchísimos beneficios a un montón de otras personas, con lo cual esa persona a quien estamos dando es un vehículo para que podamos aportar nuestro granito de arena al mundo. En ese caso, lo que estamos dando al mundo nos está haciendo crecer, y esa posibilidad es también una forma de recibir por lo que damos, mucho más valiosa que el valor del dinero.
En sus comienzos, Mikao Usui mismo se enfrentó con este tema, cuando luego de dar continuamente sin recibir nada a cambio y durante bastante tiempo, se dio cuenta de que no todas las personas valoraban lo que recibían. Entonces Reiki empezó a tener un precio. Según lo que tengo entendido, en sus comienzos era un inter.cambio a la medida del que recibía. Por ejemplo, para el primer nivel de Reiki, el valor era lo equivalente a lo que la persona ganaba por una semana de trabajo, el segundo nivel a lo que ganaba en un mes, y la maestría lo equivalente a lo que ganaba en un año. Más tarde, cuando Reiki llegó a Occidente, esto se transformó en un valor fijo en dinero, simbólico. Desde ese momento, en el sistema Usui Shiki Ryoho, se definieron valores fijos que se aplican en todo el mundo, para los dos niveles y la maestría. Estos valores han sido meditados y analizados miles de veces. Creo que cada uno de los que está dentro de este sistema, se ha enfrentado con esta cuestión en algún momento.
En mi trabajo con Reiki es una de las cuestiones con las que más he tenido que trabajar internamente. Algunas veces he invitado a personas al curso, o he dado sesiones de Reiki sin xxxxxx económico. El tiempo me enseñó que en algunos casos era lo que debía hacer y en otros casos entendí que no había respetado el equilibrio. Creo que como en todo aprendizaje hay que probar, equivocarse a veces, no equivocarse otras, para poder aprender y lograr definir un criterio respecto a un tema. En mi caso, habiendo pagado los precios internacionales (150, 500 y 10.000 dólares) para iniciarme en primero, segundo nivel y maestría…cuando tuve que dar mi primer curso de Reiki, no pude cobrar esos valores. Luego de cuatro años de experiencia, de aciertos y errores respecto a este asunto, actualmente he decidido alinearme con los valores del sistema.
Phyllis Furumoto, portadora del linaje de Reiki en el sistema Usui Shiki Ryoho, escribió un artículo referido a este tema. Me gustaría incluir en este artículo, algunos puntos que me parecen importantes. El artículo se llama “Money makes the World go around” (“El Dinero hace girar al mundo!”).
Refieriéndose a los valores internacionales del sistema Usui Shiki Ryoho, Phyllis dice: “No es una pregunta económica. Es una pregunta que proviene desde el lugar donde sabemos que el dinero es energía, el dinero es la extensión del espíritu, el dinero es la expresión del corazón que ha tomado un compromiso, el dinero compra pan.”
El dinero es la forma más común de xxxxxx energético en nuestro mundo actual y por eso no deberíamos dejar de lado el pago con dinero de todo tipo de servicios como Reiki u otras terapias de sanación.
Por todas estas cuestiones, creo que es muy importante revisar cuál es nuestra situación en relación al dinero. ¿queremos recibir siempre sin dar nada o poco a cambio? ¿necesitamos dar constantemente a otros sin recibir nada a cambio, tal vez para ser aceptados? ¿valoramos suficiente nuestro esfuerzo y se lo hacemos valorar a los demás pidiéndoles que hagan un esfuerzo por conseguirlo? ¿estamos dispuestos a dar por lo que recibimos lo que eso vale? ¿nos enoja cuando algo nos parece muy caro? ¿tomamos conciencia de que el dinero es una manifestación de la energía disponible?
Creo que en cualquier camino que involucra el crecimiento de una persona, se plantean estos temas en alguna forma y en alguna medida, porque tienen que ver con el verdadero valor de lo que uno hace (y de lo que hacen los otros) y la medida en que uno se valora a sí mismo (y que valora a los otros).
El dinero es simbólico, no es valor en sí mismo sino que representa el valor que le damos a algo. El dinero que cobramos por lo que hacemos representa muchas cosas: representa cuanto valoramos lo que hacemos y lo que damos, cuanto valoramos nuestro tiempo y esfuerzo, y cuanto nos valoramos a nosotros mismos.
Vanesa Maiorana