¿Cómo es una sesión de Reiki? ¿Qué técnicas y procedimientos se usan? ¿Cuáles son sus efectos? ¿Qué sensaciones vamos a percibir? ¿Para qué casos está indicada? ¿Cuántas sesiones son necesarias?
Para responder a estas y otras preguntas que se puedan plantear, vamos a contar de forma detallada cómo es una sesión de Reiki.
RECEPCIÓN. Antes de comenzar la sesión se charla brevemente con la persona para entrar en contacto con su situación actual.
COMIENZO DE LA SESIÓN. La sesión terapéutica se realiza en camilla. La persona estará vestida y sólo deberá descalzarse los zapatos. Es aconsejable desprenderse del reloj, las joyas, el cinturón y otros objetos metálicos para que no interfieran con el tratamiento. A lo largo de la sesión suelen producirse cambios de temperatura corporales por lo que suele cubrirse a la persona con una manta ligera.
CHEQUEO DEL CAMPO ENERGÉTICO. Se realiza un chequeo del campo energético de la persona, especialmente de los puntos de xxxxxx de energía o chakras principales, atendiendo a las sensaciones energéticas que se derivan de cada uno de ellos.
CRISTALOTERAPIA. Si se decide usar cristaloterapia, este es el momento para situar en el campo energético de la persona los distintos cristales que se determinen. La cristaloterapia utiliza fundamentalmente cristales de cuarzo que es un gran conductor y transmisor de la energía. Pueden usarse para incrementar la potencia energética, para armonizar los distintos chakras o bien para tratar temas concretos.
AROMATERAPIA. Igualmente, se pueden aplicar aceites esenciales en puntos energéticos determinados, antes, durante o al final de la sesión. Los aceites esenciales han sido utilizados desde tiempos ancestrales por sus beneficios terapéuticos para armonizar el cuerpo y la mente. Cada aceite esencial posee propiedades particulares para contribuir a nuestro bienestar.
TRATAMIENTO REIKI. Un tratamiento completo de Reiki está dirigido al ser total de la persona, trabajando de forma holística en los planos físico, emocional, mental y espiritual.
El método consiste en actuar sobre distintos puntos energéticos clave, básicamente a través de la imposición de manos. Por ello, las manos se situarán sobre distintas zonas de la cabeza, tronco y extremidades, con el fin de activar o equilibrar la energía vital, durante el tiempo que el terapeuta considere necesario. Estas zonas coinciden con órganos, glándulas o sistemas corporales o bien con puntos energéticos como los chakras. Se puede trabajar directamente sobre el cuerpo o bien suspendiendo las manos a una distancia de pocos centímetros.
MASAJE ENERGÉTICO. A lo largo del tratamiento se pueden utilizar distintas técnicas de masaje energético para ayudar a liberar los estancamientos de energía y revitalizar las zonas afectadas a nivel físico.
FINALIZAR LA SESIÓN. Una vez realizado el Tratamiento Reiki, se vuelven a chequear los chakras y se procede a armonizarlos. Después se trabaja a nivel aural para unificar el campo energético. Se retiran los cristales y se cierra la sesión, avisando a la persona que el tratamiento ha terminado. La persona permanece unos minutos más en la camilla para terminar de integrar los beneficios del tratamiento y para ir, poco a poco, volviendo a tomar conciencia de la realidad física.
SENSACIONES. Al recibir un tratamiento Reiki el receptor puede experimentar diferentes percepciones en distintas zonas del cuerpo: sensaciones de frío o de calor, hormigueo en las manos, cosquilleo en la parte alta de la cabeza, sacudidas musculares… Todo esto es un indicador de que la energía está fluyendo. La persona puede también entrar en un estado que se denomina “mente despierta, cuerpo dormido”, en el que es semi-consciente de la sesión y su cuerpo se relaja profundamente. También es posible experimentar sensaciones visuales: imágenes, colores, etc. Otras veces, el receptor puede quedarse dormido. Esto no interfiere en absoluto en el tratamiento, al contrario, es beneficioso en personas muy mentales cuyos límites no les permiten abrirse por completo y entonces la energía tendrá más dificultades para poder actuar.
EFECTOS DEL TRATAMIENTO. Reiki pone en marcha la disposición de la persona para retornar al equilibrio de una forma holística, ya que trabaja a nivel físico, mental, emocional y espiritual, liberando los posibles bloqueos y contactando a la persona con su propio poder para sanarse a sí mismo.
¿PARA QUIÉN ESTÁ INDICADO?
Para personas que sufren stress, ya que Reiki contribuye a una relajación profunda a todos los niveles.
Para personas que desean potenciar su energía, aumentando el nivel de vibración.
Para personas que sufren desarmonías físicas o psíquicas. En caso de enfermedad, Reiki es compatible con un tratamiento médico convencional, transmitiendo al cuerpo la consciencia de su propio poder curativo y contribuyendo a su rápida recuperación.
¿CUÁNTAS SESIONES?
En caso de desarmonías físicas o psíquicas se recomiendan de 4 sesiones en un periodo de tiempo corto (15-21 días), para después ir espaciando las sesiones, según se convenga con la persona. La terapia se adecuará siempre a cada caso y a su evolución a lo largo del tratamiento.
También se pueden hacer sesiones individuales con el fin de obtener una profunda relajación y sensación de bienestar, así como un aumento del nivel energético.
Como veis, la sesión de Reiki es toda una experiencia que merece la pena probar.
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