Reiki es fundamentalmente conocido por ser un método terapéutico que trabaja con la energía vital para obtener la armonización integral de la persona. Pero, Reiki es mucho más que eso. Reiki es, además, un gran camino para el desarrollo y crecimiento interior. Con la práctica de este método podemos liberarnos de los límites y barreras que nos impiden conectar con una dimensión profunda y esencial de nosotros mismos. Esta dimensión forma parte de una inteligencia superior a la nuestra: la Inteligencia Universal.El término Reiki, de origen japonés, se suele traducir por “Energía Vital Universal”. En mi opinión, Reiki es un método que nos sintoniza con la “Energía Inteligente del Universo”.
“Ki” es la energía vital, el poder creador del universo, también llamado Prana, o Chi por otras tradiciones orientales.
“Rei” es la inteligencia superior que sustenta ese poder, la conciencia primigenia que reside en todo lo que en el Universo existe.
Desde que tuvo lugar el Big Bang, la Inteligencia Universal dirige y coordina, con absoluta precisión, la dinámica del Universo. Desde una perspectiva cuántica, estaríamos hablando de una energía 100% pura, la energía del vacío cuántico o wu chi, la energía original.
Hasta la más pequeña partícula de nuestro ser participa de esa energía original que nos ha creado. Sin embargo, esa conexión en muchos casos se ve interrumpida, afectando a nuestro flujo normal de energía y provocando el desequilibrio en los niveles mental, emocional o físico. Mediante las técnicas de Reiki podemos realizar una puesta a punto de nuestro sistema energético y despertar nuestra capacidad de sintonizar con la Inteligencia Universal.
Para tener acceso a esta energía de altísima vibración, hay que elevar el nivel vibracional del practicante mediante técnicas de sintonización. Para ello, el maestro despeja y activa distintos centros energéticos o “chakras” del practicante, produciéndose la sintonización con el nivel de frecuencia Reiki.
Una vez realizada la sintonización con Reiki es muy importante perseverar en el método, pues es precisamente la práctica diaria la que posibilita fortalecer y ampliar esta conexión.
Cada persona lo vivirá de una forma diferente pero, en general, se producirá una transformación integral que irá profundizándose a medida que se aumente la práctica:
Fortalecimiento del pensamiento positivo.
Eliminación de barreras mentales.
Confianza en la propia intuición.
Sentimiento de unidad con el mundo desde la propia individualidad.
Disposición de ayudar a los demás.
Capacidad de generar una realidad más armónica para uno mismo y para todo el planeta.
En los Cursos de Reiki que impartimos en Energía para el Equilibrio trabajamos ell método desde esta perspectiva integral y holista. En este sentido, seguimos fielmente el espíritu de su fundador, Mikao Usui, que en su propio Manual de Reiki (Usui Reiki Hikkei) dice: “Si nuestro espíritu es saludable y conforme a la verdad, el cuerpo se volverá saludable de forma natural”.
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