Los remedios naturales no son otra cosa que un conjunto de técnicas con las que se extraen las propiedades curativas de las plantas medicinales y se aplican en las personas para resolver determinados problemas de salud.
Ya hemos visto cómo se preparan jarabes, tinturas o aceites esenciales, por lo que hoy le ha tocado el turno a un remedio casero muy fácil de preparar: la maceración.
Tipos de maceraciones naturales
Toda hierba medicinal contiene muchos componentes químicos que resultan beneficiosos para las personas, pero para extraerlos se necesita de la ayuda de un disolvente, por lo que en el caso de la maceración podremos distinguir tres modalidades diferentes a partir del disolvente utilizado: maceraciones con agua, maceraciones con aceites vegetales y maceraciones con alcohol.
A su vez, cada uno de estos tipos permitirá aplicar la maceración de distinta forma, ya que mientras las preparaciones con agua o alcohol son ideales para ingerir, las elaboradas a base de aceites vegetales son muy beneficiosas aplicadas de forma externa (cremas, ungüentos, lociones), posibilitando el tratado de torceduras, afecciones a la piel, dolores musculares, inflamaciones o calambres.
Como preparar una maceración casera
Si bien hay muchas formas de manejar la cantidad de ingredientes a utilizar en este remedio natural, para preparar una maceración casera se acostumbra a utilizar 20 medidas de disolvente por cada medida de planta.
En este caso, para preparar un litro de maceración utilizaremos 1 litro de aceite vegetal (preferiblemente aceite de girasol) y 50 gramos de la hierba natural, como podría ser consuelda, rosa o caléndula.
Toma un recipiente de cristal, coloca las hierbas y el aceite encima. Tápalo bien y deja que los procesos químicos produzcan el efecto deseado. Lo mejor para acelerar la maceración con aceites vegetales (que es una de las modalidades más lentas) es colocar el recipiente al sol y agitarlo cada pocos días.
Cuando la maceración esté lista, notarás como el aceite se ha saturado, para lo cual se necesita de 3 a 4 semanas de tiempo, como mínimo.
Ten en cuenta que si la parte de la planta que utilizas son las flores, estas deberán ser cambiadas cada 2 o 3 días.
Cuando tu maceración casera esté finalmente lista, la cuelas y reservas en un recipiente de cristal, en un sitio fresco y con poca luz.
Este procedimiento es el mismo para todas las formas de maceración, ya que lo único que cambia es el tiempo que tardan las hierbas en expedir sus propiedades: entre 1 o dos días en agua, y varias semanas para las maceraciones en alcohol.
Como ves, no es nada complicado preparar una maceración de forma casera, por lo que tranquilamente podrías realizar la tuya desde la comodidad de tu casa, y así contar con la ayuda de las excelentes propiedades curativas que nos brindan las plantas medicinales.
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