La pimienta de Cayena reporta beneficios en el sistema circulatorio, mejora el rendimiento del corazón y ayuda a normalizar la presión arterial. La explicación está en que evita que las plaquetas sanguíneas se agrupen y así la sangre puede fluir por el cuerpo sin mayores problemas.
Sin embargo, antes de contarte cómo tienes que usar la pimienta de Cayena es necesario aclarar que si estás tomando algún medicamento porque padeces de hipertensión grave, no la reemplaces sin previa consulta médica. En cambio, sí puedes usar estos tratamientos para reforzar el efecto de lo que ya tomes.
Té de pimienta de Cayena
Haz una infusión de pimienta de Cayena. Es muy sencillo, sólo tienes que hervir durante cinco minutos 350 ml de agua con 30 gr de Cayena. Se recomienda beber de esta infusión entre una y tres tazas al día.
Condimentar con pimienta de Cayena
Una opción muy práctica de incorporar la pimienta de Cayena en tu dieta es usarla para condimentar tus comidas. Les darás mucho sabor sin preocuparte por tu salud. Sirve para condimentar carnes, salsas, sopas y comidas salteadas.
Suplemento dietético
La pimienta de Cayena también se consigue en forma de píldoras. Sólo tienes que seguir las instrucciones del envase. Esta es una buena opción en el caso de que su sabor no sea de tu agrado.
Jugos con pimienta de Cayena
Esta forma es muy práctica para los que necesitan tomar más dosis de pimienta de Cayena. Prepara un jugo natural exprimido de una fruta que sea de tu agrado y agrégale una cucharadita de pimienta de Cayena. Si debes aumentar la dosis, sólo aumenta de a poco la cantidad de esta pimienta manteniendo la cantidad de jugo.
Espero que te hayan sido de utilidad estos consejos sobre cómo usar la pimienta de Cayena.
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