Me enamoré de ti sin conocerte,
circulaste en la sangre de mis venas,
te contempló mi amor sin poder verte,
y te di todo cuanto soy y más a manos llenas.
Has despertado en mí, mis ganas de amar
que clama por tu amor en la distancia,
siempre te sentí dentro de mí, aunque dormido
dejando en mí tu dulce aroma.
Te apoderaste, de mi alma
y te llevé en mi camino constante,
pero hoy eres real, y te amo
como jamás ame antes.
En mis noches de insomnio percibía
tu suave respirar, agitado, tranquilo y lento,
colmado el corazón de una alegría
como tropel de pájaros al viento,
como la idea que ha de ser mi amante.
Autor: Anita Carmela