El cuarto chakra es llamado
centro del corazón o chakra cardíaco.
Es quizá uno de los más importantes chakras en nuestra anatomía energética sutil . Y es porque la apertura de este centro energético está relacionado directamente, con la capacidad de cada individuo , de expresar el amor. Se entiende , en este caso amor, como autoestima y la expresión de amor hacia los demás. Recordemos que el amor puede manifestarse como cariño fraternal hacia los amigos, caridad por el prójimo, pasión de amantes y también amor espiritual.
Las lecciones de amor son las más importantes que debemos aprender en nuestro paso por el plano físico (nuestra vida en este mundo) . El que no ha logrado asimilarlas , podría adolecer de anomalías en el chakra cardíaco y estas, afectarían al corazón físico. Y es por eso justamente, la incidencia de enfermedades cardíacas en nuestra sociedad actual: no hemos logrado realmente, desarrollar las posibilidades latentes en el chakra del corazón.
Del desarrollo del amor a través de este chakra, depende la facultad de atenderse uno mismo y a los demás. A medida que somos capaces de amar sin condiciones a la propia persona así como a los demás, se abre este chakra y se facilita el flujo de la energía nutritiva hacia los órganos que dependen de él. Porque el corazón nutre en el sentido material a otros órganos que a su vez ayudan a nutrir y promover la vida en el resto del organismo.
A nivel psicológico, el chakra del corazón rige las emociones que nos atraen hacia otras personas con las que mantenemos algún tipo de relación de amor. Y podemos darnos cuenta del flujo energético que aumenta en nuestro pecho ante la sola aparición de nuestro ser amado. Al mismo tiempo, experimentamos fuertes sentimientos positivos hacia esa persona.
También las atenciones hacia los demás nacen de sentimientos como el amor, la compasión o la empatía. La facultad de ser atentos con nuestros semejantes, es una manifestación de este género de emociones. El desarrollo de los sentimientos de compasión y empatía hacia el prójimo es uno de los primeros pasos para la apertura del chakra cardíaco y el desarrollo de la conciencia superior.
Una disfunción del cuarto chakra, podría ejemplificarse de varias formas:
- Te gustaría dar, estar siempre para los demás. Pero en secreto o quizá en forma inconsciente, esperas recibir reconocimiento y confirmación por todo ese “amor” que has entregado y te decepcionas cuando eso no sucede.
- O…no eres capaz de aceptar tú mismo el amor de otros y de abrirte para recibirlo. Lo tierno o suave te desconcierta y hasta puedes llegar a decir que no necesitas del amor de los demás.
Cuando el chakra cordial no funciona bien, la persona se vuelve vulnerable y dependiente del amor y la simpatía de los otros. Cuando es rechazado, se siente profundamente afectado.
Y cuando el chakra cordial está cerrado completamente , se vuelve seco e indiferente..
En cambio, cuando el chakra cordial está completamente abierto e interactúa armónicamente con los otros chakras, la persona se convierte en un canal del amor divino. Las energías de su corazón pueden transformar su mundo y unir a las personas de su entorno , reconciliarlas y curarlas. Irradian cordialidad, y jovialidad naturales , despiertan confianza y obsequian alegría.
Cuando el chakra cordial está completamente abierto, el ser ama por el amor en sí, desde la alegría de dar, sin esperar nada a cambio. Y se siente a salvo y como en casa en toda la creación. Sabe que toda la vida de la creación vive en su corazón.
De la relación entre el chakra del corazón y los órganos físicos, hay una de gran importancia: la asociación del chakra coronario con el TIMO.
El Timo constituye uno de los controles centrales del sistema inmunitario de nuestro cuerpo físico. Está situado detrás del esternón. Este órgano ejerce influencia sobre el desarrollo y maduración del sistema linfático y en la respuesta defenso- inmunitaria de nuestro organismo. Debemos saber que el flujo de energía sutil del prana a través del chakra cardíaco es un factor esencial para el buen funcionamiento del Timo y por lo tanto para la correcta funcionalidad inmunitaria del organismo.
Distintos investigadores que han estudiado las relaciones entre la emotividad y las enfermedades han descubierto una fuerte relación entre la depresión, los sentimientos de pena y la supresión de las defensas corporales.
Observemos algo tan simple como un resfrío o gripe. En ocasiones en que nos encontramos felices, bien dispuestos, sintiendo que nuestras vidas están plenas , resistimos a cualquier contagio, aunque estemos rodeados de personas portadoras de virus de gripe o resfrío.
Sin embargo, si nos sentimos tristes, deprimidos o enojados, nuestra resistencia a virus y bacterias es mucho menor. La predisposición a contraer enfermedades simples como estas u otras de mucho mayor envergadura, tiene relación con desequilibrios emocionales relativos al temperamento del amor y el chakra del corazón. Los bloqueos de este chakra , pueden resultar de cierta incapacidad para expresar el amor , aunque hay una causa aún más importante: la falta de autoestima. Una autoimagen negativa , la ausencia de un sentimiento de valía personal , son en nuestros tiempos los responsables de daños físicos provocados por anomalías en el funcionamiento del chakra del corazón.
Aprendamos entonces a amar a esta persona que somos. Sólo desde allí, podremos entregar nuestro amor a los que nos rodean.
M. Eugenia Miranda L.
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