Durante mucho tiempo se ha visto diferente lo que para un hombre y para una mujer es una relación sexual satisfactoria. Se ha pensado que para la mujer tiene que haber más romanticismo y sentimiento, mientras que para el hombre el que sea con más frecuencia y con más variedad. Estas diferencias se han fortalecido por los estereotipos de género, por las películas pornográficas; donde vemos y pensamos que la mujer necesita más caricias y todo más lento, y el hombre todo con más rapidez y egoísta solo para alcanzar su placer.
Lo bueno es que en la actualidad sabemos y también se experimenta todo lo contrario. El hombre está más interesado en que la pareja disfrute el encuentro, entonces le dedica más tiempo. Este tiempo más que el hombre ahora le dedica a la mujer se va dando cuando él logra tener placer del placer que le provoca a su pareja, es decir que él disfruta más cuando sabe que ella también lo disfruta y lo desea. El hombre se ha dado cuenta de que los placeres compartidos pueden ser más intensos y eso le gusta.
A pesar de eso, la mujer no deja a un lado toda la parte emotiva. Para ella la sexualidad es una manifestación de cariño y es lo que busca en cada encuentro. Aunque ella pocas veces tiene la iniciativa directa, sí lo hace con la búsqueda de compañía, apoyo, dialogo y diversión, que es donde ella se siente segura para lograr que el encuentro sexual sea para ella también satisfactorio y apasionante, como lo necesita.
Es así que el encuentro sexual llega a ser más equilibrado y de responsabilidad, donde el placer es de ambos. Teniendo estas nuevas modalidades, veamos los 3 pasos indispensables para que la satisfacción aumente para ambos y lograr que cada encuentro sea mejor.
La sensualidad: La sensualidad en ambos llega a sintonizar con el deseo de un encuentro. No es complicado iniciarla, se puede con un beso suave, con un masaje en el cabello o brazos, con palabras tiernas que van acercando a la pareja y dando una respuesta positiva para el encuentro. En este primer paso lo importante es saber que aunque uno de los dos esté con deseo, puede que la pareja no lo esté, entonces nos toca saber y aprender a valorar todo tipo de encuentro que se va dando, desde que sea solo un xxxxxx de besos y caricias, hasta que se posponga el encuentro. Esto es aprender a ver y valorar cada caricia y cada beso como únicos, ahí es donde entra la sensualidad y deseo que se le puede poner a cada movimiento. La sensualidad es ir paso a paso y disfrutarlo, saber que cada contacto con la piel es un paso de placer y un acercamiento a un encuentro sexual. Esta sensualidad puesta en cada caricia da confianza a la pareja, relaja y la intimidad se agranda.
Provocar placer: Ya que la sensualidad está en cada caricia, ahora toca llegar a las caricias que van a provocar el placer en la pareja. Muchas veces se cree que estas caricias tienen que ser directamente en el área genital, pero no necesariamente; el no tocarlos de primera ni directamente provoca un placer más intenso y apasionado. Las señales que provocan placer, porque demuestran gusto y deseo, pueden ser desde una respiración rápida, sentir el corazón agitado, el cómo los músculos se van tensando hasta cómo los genitales van cambiando y creciendo; esto logra crear una sintonía donde damos señales y demostraciones de que nos interesa y gusta la pareja. Cuando se logran las señales de deseo y las caricias de placer hacia la pareja, entonces ahí es donde el cambio de caricias puede ser directo y no solo por encima, porque es cuando los dos están deseosos.
Excitación máxima y orgasmo: Con las caricias provocativas vamos logrando una excitación, que puede e idealmente irá en aumento, ya que la satisfacción no solo es con el orgasmo sino que también con la máxima excitación. Cuando en pareja se logra ver con satisfacción cada etapa y movimiento (desde el beso y caricia suave hasta las señales de excitación), el placer que llegarán a tener la penetración y orgasmo será mucho mejor. Cuando tanto hombre y mujer logran que la etapa de excitación sea al máximo y sin reservarse el sentir y dar, verán el orgasmo como un extra, como algo que será la culminación perfecta de satisfacción y placer. Al lograr que las primeras etapas sean persistentes y apasionadas, el orgasmo se puede sentir en cualquier momento, y esto llevaría a satisfacción en todo.
¡Poniendo en práctica los pasos y dedicando tiempo a compartir en pareja, cada uno de ellos logrará estar en sintonía para una satisfacción siempre!
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