Hablar de la Estrella de la mañana (conocida también como Lucero del Alba o La Joya del cielo) no es un tema sencillo, y es que a lo largo de la historia humana la hemos encontrado en un sinnúmero de menciones que nos llevan a preguntarnos quién o qué es la estrella de la mañana y, la respuesta no ha resultado tan sencilla.
La respuesta más sencilla que encontramos es que la Estrella de la Mañana es el Planeta Venus y que, al estar tan cercano a nuestro planeta lo percibimos como la estrella más brillante en el firmamento, es posible ver tanto al amanecer, como al anochecer. No es raro pues, que al ser uno de los objetos más luminosos (después del sol y la luna) en el cielo, los antiguos pobladores lo relacionaran con los dioses más importantes en cada religión, incluyendo la cristiana. De hecho, aunque muchos la relacionen exclusivamente con el cristianismo, lo cierto es que este misterioso objeto celeste es mencionado en muchas culturas alrededor del mundo, incluso antes de la llegada del cristianismo.
En el México prehispánico, por ejemplo, para los toltecas, olmedas, teotihuacanos y aztecas entre muchos otros, la estrella de la mañana era identificada con Quetzalcóatl (la Serpiente Emplumada), el dios más importante en estas culturas; cuando era visible al amanecer los aztecas le llamaban Tlahuizcalpantecuhtli, es decir, El Señor de la Casa del Amanecer refiriéndose, desde luego, a su señor Quetzalcóatl. Según el mito de Quetzalcóatl, después de haber cedido a las tentaciones carnales, abandonó Tollan, la ciudad que gobernaba, y se fue hacia el mar, dirigiéndose precisamente hacia el lugar donde todas las mañanas surgía esta estrella brillante en el firmamento. Se creía que algún día volvería, por ello, a la llegada de los conquistadores españoles a México en 1519, las velas de los barcos de estos se alzaron en el mismo lugar donde se alzaba cada tarde la Estrella de la Mañana, de tal modo que los pobladores del México antiguo confundieron a Hernán Cortés con su dios más venerado, posibilitando en gran parte la conquista de estos pueblos.
Como lo mencionamos anteriormente, Venus puede verse tanto al amanecer como al atardecer, por tal motivo, los antiguos griegos creían que se trataba de dos astros distintos; de esta manera, la estrella que ellos veían al atardecer la llamaron Hesperus, mientras que a la estrella del amanecer era llamada Phosphorus, es decir, Eósforo o Lucifer, que significa El que trae la luz y que hace referencia a la estrella que aparece justo antes de que salga el sol.
Es quizá por esta razón que más tarde, con la llegada del cristianismo, existiera tanta confusión en relación con la Estrella de la Mañana y su verdadera identidad. Algunos afirman que la estrella de la mañana es Lucifer, mientras que otros asegurar que se habla realmente de Jesús; sin embargo, al igual que en tantas otras religiones, el Dios omnipotente y omnipresente de los cristianos no podría ser una estrella que precede a la llegada de la verdadera luz (El Sol), sino que sería el Sol mismo, es decir, la verdadera Luz. La estrella de la mañana es entonces una estrella luminosa que, aunque juega un papel importante dentro de la religión no debe ser confundido con Dios. En la Biblia, de hecho, se menciona la Estrella de la Mañana en tres de ocasiones y es claro que no se refiere a Jesús, sino a otro ser:
¡Cómo has caído del cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora!
Has sido derribado por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
Isaías 14:12
Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en vuestros corazones.
Pedro 1:19
26 Y al vencedor, al que guarda mis obras hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones;
27 Y las regirá con vara de hierro, como los vasos del alfarero son hechos pedazos, como yo también he recibido autoridad de mi Padre;
28 y le daré el lucero de la mañana.
Apocalipsis 2:26-28
Y es precisamente en Apocalipsis 22:16 donde surge la confusión entre Dios y Lucifer como la verdadera identidad de la Estrella de la Mañana:
16 Yo, Jesús, he enviado a mi ángel a fin de daros testimonio de estas cosas para las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, el lucero resplandeciente de la mañana.
A pesar del versículo anterior, debemos insistir que el Lucero de la Mañana, al menos en lo relativo a la religión cristiana, no puede ser Dios, sino Lucifer. En lo que respecta, a otras religiones alrededor del mundo, el Estrella de la Mañana es siempre uno de los dioses más importantes, como ya lo hemos explicado con las culturas del México prehispánico. Por último, la Estrella de la Mañana, no es otra cosa que el planeta Venus que siempre lucirá luminoso durante los primeros minutos del amanecer y anochecer.
http://lascosasquenuncaexistieron.com/2012/07/11/que-es-estrella-de-la-manana