Se sabe, por diversos estudios, que la música tiene una importante participación en las funciones superiores cerebrales como la memoria, atención, orientación, así como en funciones motoras como equilibrio, movilidad y coordinación.
Estas cualidades lo hacen ser una herramienta útil para la educación en niños con necesidades especiales, entendidos como cualquier niño que pueda necesitar ayuda adicional debido a un algún problema médico, emocional o de aprendizaje.
Estos niños tienen necesidades especiales porque pueden necesitar medicinas, terapia o ayuda adicional en el colegio, cosas que otros niños no suelen necesitar o solo necesitan de vez en cuando; y la musicoterapia es precisamente una opción de ayuda.
La musicoterapia es considerada como un proceso rehabilitador a través de la música, un método terapéutico de diagnóstico específico que busca influir efectivamente en el proceso psíquico a través de los estímulos acústicos y musicales.
¿Cómo funciona?
La música enriquece la vida de todas las personas, ayuda a todo ser humano, por eso es necesario que rodee al niño con necesidades educativas especiales un ambiente musical rico y controlado en estímulos, puesto que esta experiencia sensorial es lo que le va a proporcionar un desarrollo emocional, psico-fisiológico y social equilibrado.
Ahora bien, la música puede emplearse de manera activa, cuando el niño juega, canta, manipula instrumentos u otros objetos; receptiva al escuchar; o bien receptivo-activa interdisciplinar, es decir, como apoyo a otras actividades como dibujo, expresión corporal, modelado, entre otros.
Uno de los problemas más comunes en niños con necesidades educativas especiales es la comunicación. Les es difícil expresarse y relacionarse debido en ocasiones a su carente vocabulario o uso limitado de palabras.
La música es una vía de comunicación no verbal que conlleva la expresión de emociones y acciones que no precisan de una organización lingüística ni de explicaciones, por ello para estos casos resulta una alternativa idónea para la interacción y expresión de sus sentimientos.
Como vemos, la musicoterapia tiene grandes beneficios, usando la música, el sonido, el ritmo y la danza como elementos estimuladores de la originalidad, espontaneidad, capacidad de reacción, autonomía de movimiento, creatividad del niño, se puede lograr un mayor equilibrio y afirmación de su personalidad, pero que además los lleve a ser niño más alegres y felices.
Fuente: Filomúsica