Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:
Sé como el sol: Levántate temprano y no te acuestes tarde.
Sé como la luna, Brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.
Sé como los pájaros, Come, canta, bebe y vuela.
Sé como las flores, Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces
Sé como el buen perro Obediente, pero nada más a su Señor.
Sé como la fruta, Bella por fuera, saludable por dentro.
Sé como el día, Que llega y se retira sin alardes.
Sé como el oasis, Da tu agua al sediento.
Sé como el oasis, Da tu agua al sediento.
Sé como la luciérnaga, Aunque pequeña, emite su propia luz.
Sé como el agua, Buena y transparente.
Sé como el río, Siempre hacia adelante.
Y por sobre todas las cosas, Sé como el cielo: La morada de Dios.
Señor, no permitas que me quede donde estoy.
Ayúdame a llegar a donde tú quieres
Autor anónimo