Me encanta esta cita de Mark Twain:
El secreto para avanzar en la vida es comenzar.Y el secreto para comenzar es desmenuzar todas las tareas grandes y complejas en tareas pequeñas y manejables, y a continuación comenzar haciendo la primera.
Si lees con detenimiento esta cita vas a descubrir unas cuantas perlas de sabiduría. Si te mantienes fiel a los simples principios que se destilan en esas sencillas líneas vas a generar un avance en tu vida de proporciones gigantescas.
La gran mayoría de nuestros sueños y aspiraciones van a requerir unas cuantas tareas de esas a las que Mark Twain etiqueta como «grandes y complejas». Y ante ello, el camino fácil es el que sigue la multitud: ni siquiera comenzar. Dejarse abrumar pensando en la inmensidad de la tarea a enfrentar o en todas las acciones que será necesario emprender para lograrlo. Crean mentalmente un monstruo de tales dimensiones que irremediablemente se están abocando al fracaso antes de ni siquiera ponerse en movimiento. El problema es que cuando esta dinámica se repite con frecuencia, esas personas se dan cuenta de que no están consiguiendo la clase de resultados que les gustaría en sus vidas.
Pero la buena noticia consiste en que esa dinámica puede cambiarse de manera relativamente sencilla. De hecho en esa simple cita de Mark Twain se encuentra encapsulada la receta del éxito.
Piensa por un instante en cualquier proyecto importante que te gustaría poner en marcha y con el que hayas sentido esa sensación de estar desbordado. Y a continuación, partiendo del resultado final que quieras conseguir, plantéate la siguiente pregunta:
Para conseguir esto, ¿cuales son las grandes etapas que debo cubrir?
De este modo vas a comenzar a desmenuzar ese gran proyecto en los diferentes bloques que lo componen.
Y una vez determinados esos bloques, repite el proceso una y otra vez hasta que empieces a sentirte cómodo con el tamaño de los pequeños bloques que vayan apareciendo. Llegados a ese punto sucede algo sorprendente. Aquello que antes te parecía inalcanzable, de repente empieza a parecerte perfectamente factible y posible. Te ves perfectamente capaz de conseguir realizar cada uno de esos bloques… Y de ese modo es fácil ponerse en movimiento.
En ese punto, llega el momento de la acción. Y sucede algo mágico cuando comenzamos a tomar acción. De repente te das cuenta de que aquello no era tan complejo como habías pensado. Comienzas a generar inercia positiva y avance… ¡Todo se transforma! Has puesto en marcha una dinámica de éxito.
Y una vez en marcha,como dice el dicho… El éxito comienza a generar más éxito.
© 2013 José María Vicedo -
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