Uno de los causantes de tantos dolores de cabeza, de tantas frustraciones, de tantas discusiones en cuanto a parejas se refiere es el Idealismo Romántico. A pesar de todo el avance tecnológico, de la modernidad, todavía despierta suspiros el Caballero que galopa sobre su corcel Blanco en busca de su Princesa, un sentimiento que ennoblece los corazones pero que los condiciona al dolor emocional. La frase VIVIERON FELICES Y COMIERON PERDICES ha sobrevivido a tanto fracaso amoroso y esto se debe quizás a que en alguna parte de nosotros seguimos esperando a que eso aun sea cierto.
El idealismo Romántico ha cobrado muchas víctimas porque nos invita a esperar demasiado de una situación forzando a una realidad que jamás podrá cumplir con tal altos requerimientos. Personas que aun esperan que su relación sea idílica y en tanto eso sea así, la frustración siempre estará a la vuelta de la esquina. Irrealistas, esperamos duraznos de un manzano, soñando con posibilidades que sólo son viables en una imaginación que se permite cosas que únicamente pueden darse allí.
Hay una disonancia, una contradicción entre lo que es, y lo que se espera que sea. De allí que muchos apoyen esa frase cuando alguien sufre por amor: "La dura realidad". La realidad emocional NO es dura, simplemente llegamos a ella con perspectivas distintas. Hay una situación que hay que aceptar, la Realidad siempre ES y SERÁ lo que es, nos queda a nosotros aprender a entenderla, comprenderla, aceptarla y jugar con sus propias reglas. Toda vez que pretendamos imponer nuestros juicios sobre la realidad emocional aparecerá la frustración. El idealismo Emocional tiene todas las de perder con la realidad emocional. Cristal peleando con piedras.
Muchos sufrimientos en las relaciones podrían evitarse si nos bajáramos de las nubes de las "cosquillas en el estómago", de la comprensión absoluta, la no existencia de las dificultades, y la alegría perpetua. Todas las relaciones traen en el mismo paquete de la alegría y la felicidad desafíos que le son propias a esa relación. No todas las relaciones son iguales, e incluso el hecho de comenzar un nuevo amor traerá retos propios y exclusivos a esa nueva pareja.
Ser realista desde la perspectiva del amor no significa que se caiga en la actitud del "Ateo Emocional" que en este caso sería el otro extremo del Idealismo Emocional.
El Ateo no cree en el amor, ni en ninguna de sus manifestaciones, aniquila cualquier expresión afectiva con racionalizaciones, desacreditándolas en nombre de una realidad a ultranza. Estas personas sienten, pero minimizan sus emociones hasta volverse fríos y amargados. Normalmente el Ateo Emocional es producto de uno o varios fracasos emocionales que lo han atormentado, y estos a su vez son consecuencia en muchas ocasiones producto de ese Idealismo Emocional. ¿Y si te fallaron?, ¿si te faltaron a la lealtad?, ¿si te engañaron?, ¿y si esto te ha pasado en repetidas oportunidades? Si caes en el Ateísmo Emocional por estas razones estás dando muestras de falta de madurez, pues esta conducta te privará de vivir las bendiciones que traen consigo el amor.
Tanto el Idealismo como el Ateísmo emocional son fuente de frustración y generadores de grandes malestares en las parejas. En ambos casos hay una mala interpretación de la realidad lo que conlleva a posteriores frustraciones. Esperar demasiado, como negarse a esperar vivir momentos maravillosos con ocasión al amor es absurdo. Lamentablemente pueden más la fantasía ilusoria de una realidad mágica, o una vida insensible indiferente de las bondades que el amor mismo ofrece, que la posibilidad de vivir plenamente una realidad emocional que sí existe y que estas conductas niegan.
Pareciera ser un orgullo contra sí mismo que en un caso pretende dictarle a la realidad como debiera ser y en el otro, negarle a esa misma realidad del amor tantas bondades que ofrece. Sufren a consecuencia del amor, un amor que definitivamente no conocen.
Sucede que vivimos en una sociedad que ha adoptado como estilo de vida los maquillajes sociales, paliativos que distraen de los principios que sostienen la misma realidad, de tal manera que preferimos las soluciones instantáneas, los atajos que nos conduzcan a situaciones maravillosas e ignoramos que la semilla del amor que hace brotar un árbol frondoso, con muchos frutos y de profundas raíces requiere de todo un camino consciente de trabajo, dedicación, entrega, maduración y esto no se da de la noche a la mañana, cosa que va en contravía de las mágicas recetas que dan como resultado bendiciones instantáneas en el amor.
El Amor Idílico, Como el Ateísmo Emocional son contradicciones del amor REAL, pues el primero espera frutos salido de la fantasía de quien alberga sueños irreales y el otro es un amargado disfrazado resentido con el amor, un amor que no creció de la noche a la mañana y no les dio lo que esperaban. El Idealista y el Ateo pretenden dictarle al Amor conductas sobre cómo debiera ser, pues para que sea perfecto "debería" el Amor ser como ellos dicen. Cada vez que encontremos a alguien pretendiendo decirle al mar, a las nubes, al firmamento, a las leyes de la física inmutables en la naturaleza cómo debieran ser, encontraremos a un Idealista Irreal, o a un futuro Ateo amargado controvirtiendo con cuanto argumento racional e incluso adornado de palabras rimbombantes y rebuscadas porque se pierde el tiempo con la naturaleza que para ellos siempre defrauda.
Y cómo no va a defraudar la naturaleza si no marcha como debiera, es decir como ellos dicen. ¡Cuándo aprenderemos a entender que la vida se mueve bajo leyes o principios que funcionan independientes de nuestra opinión! Y el amor NO es ajeno a esto, ya que forma parte de la realidad de la vida.
La frustración en la vida emocional está en relación directa con las expectativas que tenemos respecto del amor, pero las expectativas son nuestras, y en ese sentido, cada quien determina si las hace consecuentes respetando los principios inmutables y se adapta o irse en contravía de ellos y destruirse, puesto que las leyes son inmutables e insisto existen independientemente de nuestras opinión. El sol no dejará de calentar porque a alguien le moleste.
Para bajarnos del bus del Idealismo Romántico hay que comprender que SÍ es posible disfrutar de un amor sano, de ilusiones nobles, bellas, constructivas, se puede sonreír y ser feliz motivado por el amor, se puede gozar de la emoción gracias al amor pero sin perder la perspectiva porque es muy fácil cruzar la línea y confundir el amor sincero, honesto, real y maravilloso con el amor ilusorio que confunde realidad con el amor color de rosa, puesto que esta conducta es una de las fuentes de grandes frustraciones en las relaciones.
Es que se llega al amor sin formación, no sabemos qué es, todavía nuestra ilusión proviene de la última película rosa que vimos, o de fantasías sacadas de un falso concepto de la realidad emocional. De allí al Ateísmo Emocional hay un paso, los realistas a ultranza que deforman la realidad. "No son pesimistas son realistas" frase que se les acomoda perfectamente.
En alguna parte leí que sería interesante saber cómo les habría ido al Príncipe y a Cenicienta 15 años después y con varios hijos. ¿Será que a esas alturas todavía estarán FELICES y seguirán comiendo PERDICES?, ¿Habrán tenido problemas, indiferencias, discusiones?, ¿Será que la ilusión inicial de la Cenicienta al tener al codiciado Príncipe se mantiene intacta años después?, ¿Seguirá viendo Cenicienta a su esposo como Príncipe o como hombre?, y el Príncipe ¿Seguirá viendo a Cenicienta como aquella primera vez o habrá cambiado un poco en el transcurso de los años? Lamentablemente nos quedamos en la parte rosa de la fábula, la muestra de esto ultimo sería preguntarle a la gente si todavía creen que ellos siguen caminando sobre las nubes.
No quiero decir que las relaciones se dañen con el tiempo y que bien podrían deformarse con el paso implacable de los años, de hecho no creo en eso, el amor no puede dañarse, se dañan quienes viviendo en el amor lo deforman con sus fantasías sobre el mismo, por eso es que las relaciones sufren con el pasar de los días, no en todos los casos, pero sí en muchos.
La realidad del amor SÍ es maravillosa pero cuando nos salimos de ella, cuando pretendemos vivirla fuera de su contexto entonces nada que hacer, el Idilio Romántico acabará generando frustraciones, rabias, y a la larga provocará personas que no sólo NO volverán a creer en el amor como Ateos Emocionales, sino que también se volverán sus enemigos y harán cuanta mala publicidad puedan con tal de desprestigiarlo. No comprenden que su realidad no necesariamente tiene que ser la del resto, pero ciegos aun no lo comprenden. Cual misioneros de lo oscuro de una vida vivida fuera de contexto, la asumen como cierta y entonces predican lo cruel del amor, lo absurdo del amor, la inexistencia del amor.
Es muy fácil vivir en una de las caras que tiene el papel de víctima y cual herida en el corazón salir a decir que el amor es el culpable de todos los malestares y en consecuencia negarlo, para evitar que el corazón se vuelva a romper y así, evitar supuestamente tanto sufrimiento. Pero al guardar el corazón y protegerlo en la caja fuerte de la fría indiferencia lograrás salvarlo de situaciones difíciles, evitarás las preocupaciones, dolores quizás y la tristeza que empaña el alma es posible que nunca más te visite, pero allí escondido aniquilarás tu capacidad de sentir, de amar, de ser amado puesto que te volverás frío, vano y amargado y allí en el silencio desgarrador de la soledad no solicitada sufrirás, sufrirás por no vivir, por morir en vida por decisión, por ahogar la posibilidad de ser pleno a través de uno de los regalos más bellos que tiene la experiencia de vivir y que sólo se vive a través de amor.
¿Y qué si vuelves a tropezar, si se te vuelve romper el corazón?, ¿Y qué si te vuelves a enredar en los caminos intrincados del corazón, y qué? Porque aunque no lo creas, escondido el corazón estará más seguro y sin embargo guardado lo aniquilarás, en cambio y aunque paradójico el corazón estará mejor afuera done está expuesto a todo, puesto que es en el riesgo, riesgo moderado donde el amor se enriquece, se ennoblece, se perfecciona.
Guarda tus oídos de los sabios Ateos Emocionales que no han querido interpretar a la vida, y la culpan a ella de sus desgracias emocionales producto de una inmadurez que ignoran o no quieren reconocer, tú en cambio vive la plenitud de que en la vida emocional hay subidas y bajadas, días soleados y grises, momentos de alegría y de necesidad de concentración, situaciones de gran fortaleza y debilidad, caminos rectos y otra veces curvos y agrestes, ratos de alegría y tristeza, de luz y de sombras, pero si aprendes a entenderlo, entonces el Idilio Romántico caerá por su propio peso y comenzarás el camino de la realización en el Amor, porque aunque algunos se resistan a creerlo si se puede ser feliz en el amor.
La realización en pareja necesita de tu concurso, de tu participación consiente y no de ideas desprevenidas que pretenden que el amor haga por uno lo que uno debe hacer.
http://www.hectormora.com/sitio/index.php?option=com_content&view=article&id=67:idealismo-romantico-ificcion-o-realidad&catid=38:parejas&Itemid=59