Algunas personas pueden sentirse cómodos con lo que son y hacen, y no necesitan mucho más para sentirse satisfechos, pero hay muchas otras, que pocas veces pueden disfrutar de sus logros en cualquier área de su vida, y también, suelen exigirle a los demás los mismos estándares.
Esta gente que busca la perfección puede ser altamente gratificada en muchas instituciones, como escuelas y trabajos, o inclusive dentro de sus propias familias; pero en numerosas veces esta insaciable búsqueda se vuelve angustiante para ellos, y esa perfección, eso que se supone que tendría que ser algo muy satisfactorio se vuelve un obstáculo para el bienestar, transformándose en todo lo contrario, algo muy imperfecto… porque duele.
Algunas características de estas personas (con sus consecuencias imperfectas):
- No descansan hasta lograr los trabajos perfectos – pueden retrasarse en entregar algo, o no permitir que sus compañeros avancen.
- Prefieren trabajar en individual para hacer las cosas como ellos quieren – pierden la oportunidad de trabajar en equipo y muchas veces se saturan.
- Buscan rodearse con gente que cumpla con sus estándares – pocas veces lograr relacionarse de manera real con los demás por sus exigencias.
- Son precavidos en las experiencias nuevas – suelen no vivir nuevos retos, conocer nuevos sentimientos, involucrarse en nuevos proyectos por el temor al error.
- Esperan el momento justo para realizar movimientos – se pierde espontaneidad y con ella, muchas oportunidades.
- No salen hasta terminar los deberes – pueden perder habilidades sociales por no relacionarse con la gente.
- Buscan dar una imagen modelo – pocas veces se permiten equivocarse, es inaceptable y esto les causa mucho dolor
- Buscan solucionar sus conflictos solos – les es extremadamente difícil compartir sus sentimientos y pueden no relacionarse afectivamente con amigos, familia o pareja.
Quien se sienta identificado con alguno de estos puntos puede entender lo pesado que es el querer ser un modelo de vida, pero a la vez siendo un ser humano con deseos, sueños, fantasías y errores. Y sobre todo conocen lo doloroso que es, saber lo que necesitan y no poder conseguirlo.
El buscar la perfección es la comparación de uno mismo con una divinidad, algo que NUNCA nadie ha logrado hasta ahora. ¿Vas a seguir perdiendo tiempo intentándolo?
Lic. Florencia Bevilacqua