La Relación de Pareja constituye una elección. No es un evento que acontece, sino un compromiso que es fruto de una decisión, tomada con responsabilidad. Es una elección libre y personal, que manifiesta la madurez de la persona y no puede ser impuesta, ni permite interferencia. Es una elección incondicional, sin reservas mentales, sin cálculos especulativos.
Vivir en pareja, es como dos hilos entrelazados que forman un solo cordón fuerte y resistente, se requiere de mucho amor y perdón para hacer a una pareja fuerte, vigorosa y siempre capaz de crecer en una relación saludable, basada en elementos y requisitos como: espiritualidad, comunicación, disciplina, respeto, confianza, amor, afecto, sexualidad, motivación, cooperación, perdón y reconciliación. En Relaciones de pareja: requisitos para una relación saludable, veremos que características conforman a una pareja armoniosa y saludable.
Son muchos los elementos que conforman a una relación saludable, pero ninguna es tan indispensable como el amor. Aunque es cierto que solo con amor, y sin ninguno de los elementos que mencionamos a continuación, es poco probable que una relación perdure en el tiempo, también es cierto, que aunque tengamos un montón de características positivas, si no existe el amor en la relación, la pareja está destinada a la separación
El amor es un sentimiento muy complejo, el cual es muy difícil de explicar de manera unificada, aun por los teóricos de la psicología. Muchos debates se han dado entre el origen meramente biológico del amor y un origen más etéreo1, que solo las cogniciones superiores del hombre pueden proveer. El hecho es que, lo que sabemos a ciencia cierta y de manera empírica2, es que el amor es un sentimiento profundo que nos llena de alegría y plenitud.
Pero volvamos a la idea de que el amor es muy complejo, pues es un hecho que nos evita entenderlo completamente. Los griegos, al ver tal complejidad, y al ser más prácticos que románticos, decidieron darle al amor dos términos distintos. Eros y Ágape.
Eros: Amor lleno de anhelo consumidor y desesperado. Solo hay tiempo para recordar a la pareja y para imaginar encuentros futuros. Es el amor que está dispuesto a soportar cualquier dolor y penuria -inclusive si es perpetrado por la pareja-, por el bien de la relación. Pasión, excitación, embeleso, drama, ansiedad, tensión, misterio y anhelo, son las características principales de este amor.
Ágape: El amor comprometido. La pareja comparte valores, intereses y objetivos básicos. Aunque las diferencias del otro, le pueden causar incomodidad, es capaz de tolerarlas entendiendo que nadie es igual a otro y que eso forma parte del gusto de una relación. Confianza y respeto mutuo son parte importante de la ecuación. Se ve a la pareja mas como un amigo, que como un amante. Serenidad, seguridad, devoción, comprensión, compañerismo, apoyo mutuo y bienestar, son las características principales de este amor.
Es cierto que ambas concepciones, parecen estar en contraposición. Sin embargo, el amor de pareja solo puede perdurar, si existe un equilibrio entre Eros y Ágape. Un error común, propiciado por los medios de comunicación, es confundir a Eros con Ágape; que solo a través de la pasión se puede lograr el compromiso. Esto es falso. Si bien es cierto, la pasión puede ser un componente que ayude y haga más realizable el compromiso, no depende este último, exclusivamente de la pasión, para llevarse a cabo.
Para dejar bien claro el punto de la necesidad de equilibrio entre Eros y Ágape, pensemos en el amor como un platillo gourmet. Ágape es el ingrediente principal, es lo que llena de sustancia el plato; Eros es el condimento, lo que llena de sabor el platillo. Si solo utilizáramos Ágape, encontraríamos que el plato llena el objetivo principal, que es llenarnos y alimentarnos, sin embargo, su sabor es inexistente, casi fue un suplicio tragarlo. Si solo utilizamos Eros, habría mucho sabor, de hecho demasiado sabor. Nuestra lengua se empalagaría y probablemente nos irritaría mucho. Además aun tendríamos hambre pues Eros no tiene sustancia.
Pero si juntamos ambos en la proporción perfecta, es decir suficiente ingrediente principal –Ágape- para alimentarnos sin sobrellenarnos, y suficiente condimento –Eros- para darle un sabor especial y hasta exótico, más sin pasarse, pues convertiría el alimento en algo irritante e incomible, entonces tendremos el platillo perfecto que nos llena y da placer.
Sin embargo como hemos dicho anteriormente, el amor no nos garantiza que la convivencia sea duradera. Deben de existir otros componentes, que auxilien al amor a crear un ambiente sano y de armonía, que propicie la longevidad de la relación.
REQUISITOS BASICOS PARA FOMENTAR UNA BUENA RELACIÓN DE PAREJA.
Es imprescindible hablar de la pareja; para poder hablar de una RELACIÓN SANA, la estabilidad y armonía del hogar depende en gran parte de la vida que lleva la pareja. El hombre y a la mujer deben de ser un complemento mutuo y, así ambos, podrán compartir sus vidas en fidelidad, comunicación, comprensión y amor. Entre los componentes importantes de una relación de pareja sana tenemos:
ESPIRITUALIDAD: La pareja y por ende la familia es un sistema viviente y como todo sistema viviente, un propósito superior es necesario para la existencia plena. Este propósito superior solo puede ser hallado en la espiritualidad. Sea cual sea la religión que guie los pasos de la pareja, seguir las enseñanzas de fe que se la han ido inculcando desde pequeños, es muy importante para la completa realización de la pareja. Una comunicación abierta y sincera puede hacer la diferencia entre el desastre y la armonía, la constante presencia de amor, el perdón, y la paz del DIOS que profesen, es el mejor antídoto para evitar el conflicto, producido por la falta de comunicación.
COMUNICACIÓN: La armonía en la pareja se construye a partir de la comunicación y la comprensión. Para ayudar a que haya una comunicación efectiva en la pareja, sus miembros deben estar dispuestos a lograr un mutuo entendimiento a través de:
Tratar de expresarse positivamente, manteniendo al mínimo las críticas. Buscando lo positivo, antes de enfocar lo negativo.
Aprender a expresar sus emociones responsablemente; tanto las agradables como las desagradables, sin culparse o acusarse mutuamente.
Aprender a escuchar.
Cuando ocurran malos entendidos, tratar de aclararlos lo más pronto posible.
Tener en cuenta que no deben pelear el uno contra el otro. Más bien, deberán atacar el problema JUNTOS para poder resolverlo.
Todo problema produce alguna clase de emoción, por ello, deberá existir el mutuo respeto para permitir a cada miembro la libre expresión de sus emociones, particularmente aquellas negativas como el enojo y la aflicción.
Tratar de evitar las explosiones emocionales, pues estas alteran el ambiente y no permiten el diálogo. Esto no quiere decir que las emociones deban ser reprimidas, simplemente se debe de buscar, JUNTOS, una manera más positiva o, como mínimo, menos dañina de expresarla.
Identificar las necesidades insatisfechas, a raíz del conflicto.
DISCIPLINA: La conducta de la pareja es uno de los factores de mayor influencia en la formación de la personalidad de los hijos. Estos, aprenden de sus padres, sus primeras actitudes y valores. Estas, afectan, positiva o negativamente, en los patrones de conducta que tendrán el resto de la vida. Muchas veces los padres dejan de ejercer su autoridad sobre sus hijos, porque temen que estos interpreten esa autoridad como una falta de amor y comprensión. Los hijos si necesitan una continua autoridad, respaldada con hechos por parte de ellos mismos, que les proporcione una sólida estructura moral, la cual más tarde dará seguridad en la vida. Se debe de evitar la doble moral.
RESPETO Y CONFIANZA: Todos necesitamos respetarnos a nosotros mismos, tener una buena opinión de nuestro propio valor. El respeto y la confianza se desarrollan en la pareja con el halago honesto y los cumplidos sin exageaciones, que se dan mutuamente.
AFECTO Y SEXUALIDAD: El afecto y la sexualidad están subordinados por el área emocional del ser humano. No existe afecto en la pareja, si no existe una expresión sexual adecuada. Son actividades que se completan y que necesitan una de otra para un desarrollo pleno de felicidad. Algo importante es que si bien en la sexualidad todo vale, se deben de poner límites bien definidos de comodidad, en los cuales ambos estén de acuerdo.
MOTIVACIÓN: Esta dada por la actitud positiva de cara a la relación. Es la necesidad o deseo que dinamizan la conducta, dirigiéndola hacia una meta.
COOPERACIÓN: Se desarrolla en compartir las tareas propias de la vida, en pareja y en todo momento que sea necesario.
COMPROMISO: La pareja necesita considerarse como una relación, que debe durar toda la vida y no estar bajo la constante presión de tener que cumplir con las exigencias del otro, únicamente por evitar que esta se vaya.
EL PERDÓN Y LA RECONCILIACIÓN: Uno de los factores más importantes para restablecer y asegurar la armonía en la pareja, es a través del libre y constante ejercicio del perdón y la reconciliación. Como seres humanos, a veces causamos intencionalmente dolor y sufrimiento a aquellos que están más cerca de nosotros. El perdón y la reconciliación requieren, que la persona que ha herido restaure aquello que ha dañado y que la persona que ha sido herida, perdone la falta, teniendo en cuenta que ni ella misma es perfecta. El perdón permite redefinir el sentido de la relación en la pareja, restituyendo la confianza entre ambos.
CONCLUSIÓN:
Como hemos visto en Relación de parejas: requisitos para una relación saludable, la pareja debe tener una visión amplia, en cuanto a las expectativas del hogar. En está, se deben expresar gratitud, brindar elogios y afectos, y se debe edificar, pacientemente, los valores y actitudes, que constituyen los factores que fortalecen los lazos de amor entre los miembros de la familia y fomentan el afecto mutuo, para llegar a consolidar una relación sana. Tomar decisiones que favorezcan a la pareja, la familia y sus miembros, implica estar consciente de las necesidades de mutuo cariño y consideración. Fortalecer el vínculo de comprensión y apoyo en el diario vivir, implica escuchar y tener la apertura mental para compartir pensamientos y sentimientos. La buena comunicación no surge automáticamente, hay que trabajar para lograrla, tratando de alimentar el diálogo, para así, fortalecer los lazos de amor que conllevan a la prosperidad de una relación sana perdurable.
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1.-Etéreo: Del cielo o perteneciente a él. Hace alución a lo sagrado, limpio o perfecto.
2.- Empírica: Aquello que proviene de la experiencia
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