Las mujeres siempre piden caricias y cuidado en el momento del acto sexual, pero ¿qué pasa con ellos? Es posible que mucho de su placer se encuentre en el pene, el glande, el escroto, es verdad, pero el resto del cuerpo también cuenta. Muchas veces, incluso para ellos mismos, será un descubrimiento total. Así que manos a la obra y a explorar ese maravilloso cuerpo masculino, lleno también de secretos, recovecos y zonas altamente erógenas.
1. En el inicio, fue el masaje. Quizá es verdad que muchos hombres no son muy expertos en el tema de las caricias hacia las mujeres, pero hay que enseñarles también que si ellos sienten placer con determinados roces, las féminas gozan de igual manera. Por eso, la mejor manera de comenzar puede ser un buen masaje si es que no has explorado el cuerpo de tu hombre del todo. Así, tocando lentamente podrás saber cuáles son sus zonas más sensibles, pidiéndole a él que te diga en donde tiene más sensibilidad. Ármate con un buen aceite especial, velas aromáticas o alguna esencia y la mejor disposición para explorar el cuerpo de tu hombre.
2. Cuello. Son estos dos lugares altamente erógenos, pero antes cerciórate de saber que efectivamente lo son para él en particular. En el cuello puedes usar la lengua, para pasarla lentamente, sin dejar un rastro de saliva y mucho menos un rastro morado, que es muy desagradable de llevar para ellos, no es nada erótico, y además es como haber regresado a la secundaria.
3. El pecho. Es un punto importante, así como los pezones, pero cuidado, pues son demasiado sensibles y casi a ningún hombre le gusta que se los muerdan o succionen. Sólo apenas un roce con la punta de la lengua, y sin morder, será suficiente para lograr un momento erótico.
Si tu pareja tiene demasiados vellos entonces quizá la sensación no sea la misma, pero puedes ayudarte con la yema de los dedos o la lengua y un aceite comestible caliente de sabor. El ombligo es para muchos hombres una zona erógena. Puedes probar introduciendo apenas la punta de la lengua y moviéndola en círculo ligeramente, apenas medio minuto. No te quedes dos horas allí.
4. Cuero cabelludo. Muchos hombres pueden enloquecer si tocas su cuero cabelludo o jalas apenas un poco su cabello. Ésta zona, tanto para hombres como para mujeres, es muy sensible. Un delicado masaje con las yemas de los dedos, mientras tus labios lo besan o juegas sobre su cuerpo, le encantará.
5. Labios. Parecería que los hombres no responden correctamente a los estímulos de un beso. Al menos no como sucede para las mujeres, pero a veces eso ocurre porque las mujeres no saben besar bien. Lo que muchas veces pedimos de ellos, en la mayoría de las ocasiones, nosotras mismas no lo cumplimos. Si sabemos que lo suyo no es la delicadeza, entonces hay que llevarlos por ese camino y darles (o enseñarles) cómo es un beso delicado, tierno, salvaje o erótico. Y preguntarle si en realidad lo es para él.
Pues te sorprenderías sabiendo que lo que para ti puede ser un beso enloquecedor, para él es sólo saliva y una lengua devoradora que apenas lo deja respirar. Así que incluso para los besos siempre es mejor hablar sobre lo que nos gusta o no.
6. Brazos, axilas y manos. La parte interna de los brazos es sumamente sensible en hombres y mujeres. Chupar con delicadeza cada uno de sus dedos o dar pequeños besos en lo largo de su brazo puede ser muy divertido y diferente para muchos. Las manos, el instrumento con el que trabajamos todos los días, están casi siempre estresadas.
Entonces un masaje en círculos, con aceite comestible y luego llevarla hacia los genitales femeninos, para ser dirigida por nosotras, puede ser una experiencia diferente. Besar las axilas es sumamente erótico. A menos que haya un olor muy desagradable, evita hacerlo, pero no tengas miedo de recibir todas las feromonas que los hombres exudan por allí.
7. Pies y piernas. Como en los brazos también hay muchas terminaciones nerviosas, sobre todo en la cara interior y en las rodillas. En la parte del muslo y muy cerca de los genitales hay una zona muy sensible. Puedes tocarla con tus dedos, con los labios o la lengua. Los pies, como las manos también, están también estresados o cansados, pero una correcta estimulación de ellos puede poner a tope a tu chico. Tocarlos, masajearlos o lamer dedo por dedo puede ser muy erótico.
8. El ano. En él existen infinidad de terminaciones nerviosas. Aunque se le ha satanizado por su relación con la homosexualidad, en realidad los hombres pierden de mucho si nunca han intentado jugar un poco con él o pedirle a sus parejas que lo hagan. No cambiarán de preferencia sexual si lo hacen y por el contrario, se abrirán a nuevas sensaciones. Hay juguetes sexuales dedicados a esta zona, si es que no quieres experimentar con tus dedos o mano. A él le encantará.
9. Trasero. Esta parte también tiene muchos receptores nerviosos. Tocarlo, darle ligeras nalgadas, apretarlas sin usar demasiada fuerza o darle pellizcos breves le encantará, sobre todo si él está en la posición de misionero, encima de ti. Esa es una de las mejores para estimular esta parte, pues tus manos están totalmente libres y a esa altura exacta. Así que a ponerlas en movimiento. Si puedes estimular su ano y escroto, entonces enloquecerá.
10. Pene, testículos. Por supuesto, son los sitios por excelencia para el erotismo masculino, pero hay que darse cuenta que estos los incluimos en último lugar y no en primero. Esto porque, sí, son la parte principal en el juego sexual, pero no debe ser la única ni tampoco la primera.
Si queremos que ellos hagan lo mismo con nosotras (el juego previo, las caricias, la ternura, etc), nosotras debemos comenzar con el ejemplo y hacer lo mismo. Cuando hagas una felación, toques o juegues con su pene, nunca olvides los testículos. Y con ellos ten mucho cuidado si los llevas a la boca pues son sensibles en extremo y un mal movimiento de boca o dientes, puede arruinar el juego.
Pero si has recorrido los nueve puntos anteriores entonces llegar a éste será muy fácil y al menos no habrás iniciado con lo más obvio. Experimenta con cada uno de los puntos y encuentra tus propios movimientos acorde con los gustos y sensaciones de él.
Los varones ¿consideran que existe otra zona erógena no explorada? ¿cuáles son sus zonas favoritas?
Por: Elizabeth Flores