¿Qué pasa con la genitalidad cuando no tenemos pareja? ¿Es válido masturbarse si la tenemos? ¿Cuáles son los beneficios de la masturbación?
La masturbación es la estimulación directa de los genitales. No tiene muy buena prensa. Se considera como si fuera “menos valiosa” que la relación sexual con otra persona. Pero si nos damos cuenta de que para estar en una relación satisfactoria con otra persona, es necesario estar bien consigo mismo, esta práctica comienza a tener otro sentido.
Contigo o sin ti, pero conmigo (el jardín interior)
Muchas veces la autoestimulación es una de las únicas maneras de conectarnos con la sexualidad genital. La sexualidad es propia, es una de las maneras que tenemos de relacionarnos con nosotros mismos. Cuando existe una pareja con quien compartir el sexo, bienvenido el encuentro, pero ese espacio depende mucho de cómo nos relacionamos internamente. A algunas personas les preocupa la necesidad de la masturbación aun cuando existe una pareja.
No hay de qué avergonzarse ni preocuparse. Ni en presencia ni en ausencia de una pareja. Es normal y beneficiosa, aun teniendo relaciones sexuales con otra persona. El sexo a solas no necesariamente se abandona una vez que estamos en pareja y muchas personas la siguen practicando en solitario, aun en una relación estable.
Si tu pareja dice que su masturbación no tiene nada que ver contigo, créele. Si te dice que está bien contigo, créele también. Excepto, claro, que la masturbación sustituya por completo las relaciones sexuales.
Las personas, con o sin pareja, siguen teniendo un vínculo consigo mismas y con su cuerpo, independientemente de su relación y eso es saludable. No solamente en el terreno sexual, sino en la vida en general. Al tener una pareja, no es sano compartir todo, conviene que cada uno tenga su propia individualidad e intimidad. Eso hará que la pareja pueda crecer, porque ambos están bien consigo mismos. Además, es posible que una de las dos partes tenga una necesidad de mayor frecuencia sexual y esa es una forma de satisfacerla.
Aprendemos que la pareja debe ser excluyente de otras actividades y personas y eso nos hace daño, porque perdemos nuestro propio espacio y vida individual. Y al tener ese aprendizaje tan incorporado, aparece la sensación de “ofensa” o incluso "menosprecio". Alguien que se masturba no está teniendo relaciones con otras personas, sino consigo mismo. Hasta trabajar el propio sufrimiento e inseguridad se puede pedir al compañero que no nos lo cuente y que lo haga en momentos y lugares a solas. Pero a veces el compartir con la pareja la disposición al sexo, a través de la masturbación puede resultar un poderoso afrodisíaco en el caso de que el deseo haya empezado a apagarse.
Entonces, no solamente es normal sino saludable que ambos tengan sus propios "jardines secretos".
Diferencia entre hombres y mujeres
Culturalmente, como se asocia a los hombres con una relación más fluida con su sexualidad, la masturbación suele estar más “permitida” para los varones que para las mujeres. Sin embargo, cada vez más las mujeres están recuperando su relación placentera con el sexo. La masturbación es una vía regia para saber cómo encontrar esta satisfacción, que luego podrá (o no) ser compartida con otra persona.
Aprovechar para aprender
Podemos usar esta estrategia de exploración para el auto-conocimiento; y aprender lo que a cada uno le gusta. Se puede hacer un contacto visual con el propio cuerpo, usando un espejo. Luego nos acercamos desde el tacto. Para algunas personas, los sonidos también resultan muy excitantes. Al conocer la propia anatomía se puede saber qué zonas nos gusta más que nos estimulen, con qué intensidad, velocidad, fuerza. Se puede probar lo que se nos ocurra. Así es posible enseñar a la pareja (cuando exista) cómo nos gusta.
La gran mayoría de las mujeres necesita estimulación directa o indirecta del clítoris para tener un orgasmo. De esta manera se aprende cómo. Mujeres que en sus relaciones sexuales tardan mucho en alcanzar el orgasmo (la entrega y apertura a otra persona a veces es más difícil), con la masturbación pueden hacerlo en 4 o 5 minutos.
Recursos
Cada persona tiene sus propias estrategias. En el caso de las mujeres: dedos sobre el clítoris, almohada entre las piernas, ducha del bidet, con cualquier cosa que vibre, objetos cilíndricos. Algunas estimulan solamente su clítoris; otras prefieren la penetración vaginal con los dedos, un juguete sexual u otro objeto en forma adecuada (es muy importante la higiene y el cuidado de que no sea un objeto rompible, para evitar accidentes e infecciones). O ambas cosas al mismo tiempo. El uso de cremas puede suavizar el contacto.
Beneficios y ventajas
Alivia dolores menstruales (contracción uterina fuerte); el orgasmo también es una contracción: cuando el cuerpo se acostumbra a esta contracción van disminuyendo los calambres.
Es muy placentero y gratificante encontrarse con una misma, ayuda a descargar y relajarse.
Puede ayudarnos a dormir.
Podemos tener sexo, sin depender de otra persona y sin riesgos de enfermedades.
Aprender a estirar la excitación contribuye a períodos pre-orgásmicos más largos y produce orgasmos más profundos e intensos.
Contribuye a resolver trastornos sexuales: anorgasmia, vaginismo, falta de excitación, eyaculación precoz, entre otros.
Cualquier enfermedad es un bloqueo de energía en el cuerpo. La masturbación es una forma de reciclar la energía cuando está bloqueada.
En pareja se puede usar la masturbación como método de excitación previa al encuentro, para estar “lista” para el orgasmo.
Lic. Verónica Kenigstein