Por: Dr. Ezequiel López Peralta
Muchos desafíos tiene una pareja luego de una infidelidad que se ha descubierto o “confesado”: entender lo sucedido, recuperar la confianza, superar conflictos que podrían haber estado relacionados con lo que ocurrió. Pero sin dudas, lo más difícil es retomar la vida sexual sin las interferencias a veces traumáticas de la infidelidad.
Los escenarios con los que nos encontramos son muy variables. Lo típico es que se vea afectada la persona que ha sufrido la infidelidad, y en su mente aparecen por ejemplo imágenes de su pareja con la tercera persona, obstruyendo cualquier posibilidad de conectarse con el disfrute. Es posible incluso que la angustia o la rabia den lugar a una situación poco feliz, que nada tiene que ver con el placer. Otra posibilidad es la contraria: muchas personas, al tener la sensación de casi haber perdido a su pareja por haberse cruzado alguien en su camino, sienten su deseo aumentado. Son los efectos de la “adrenalina”, el estar al límite, o incluso cierta rivalidad con quién puso en riesgo su estabilidad de pareja. Una opción más, no siempre la menos frecuente, es que se altera la respuesta sexual de quien cometió la infidelidad. Suele ser más evidente en el hombre, como es el caso de la disfunción eréctil con su pareja estable, lo que casi irremediablemente genera un enojo adicional: «Seguramente sigues pensando en ella»…
Ante lo difícil que es enfrentar esta situación, quiero darte unas recomendaciones que te podrían ayudar:
• Si sientes que todavía no estás en condiciones de disfrutar de la sexualidad con tu pareja, no te obligues. Piensa que elaborar una infidelidad es similar a un trabajo de duelo, y es común que no tengas ganas de tener relaciones sexuales.
• Habla con tu pareja sobre lo ocurrido, intenten comprender juntos lo que pasó, pero tampoco lo hagan todo el tiempo. A veces estas conversaciones se vuelven una obsesión, y deben tener su lugar y su momento.
• Cambia de ambiente. Si es posible, busquen un reencuentro en un espacio distinto al de la rutina, que siempre va a estar asociado con lo que vivieron. Un fin de semana alejados de la cotidianeidad, es una buena idea.
• No castigues a tu pareja en la escena sexual. Si crees que negarte a tener relaciones o a hacer ciertas cosas tiene que ver con la venganza, reflexiona… no es la mejor opción.
• Si no pueden manejar la situación por sus propios medios, consulten a un psicoterapeuta de parejas, que los podrá orientar.