El Romero o Rosmarinus officinalis pertenece a la familia de las Labiadas y crece de manera espontánea en los matorrales mediterráneos junto a otras plantas como el tomillo, el espliego o las jaras.
La Guía de Fitoterapia y Medicina Tradicional Herbaria del doctor Américo Albornoz M. lo define como un subarbusto leñoso y ramoso, con un fuerte olor alcanforado y que puede medir hasta un metro de altura. Sus hojas son coriáceas, puntiagudas, entrecruzadas y con pelusilla por el envés. Las flores son pequeñas y de color azul claro o violeta claro, con dos labios desiguales. Respecto a su fruto, sólo contiene una semilla la cual no es necesario extraer pues sale de forma natural. Del romero pueden utilizarse tanto las hojas como las sumidades florales.
La recolección de las flores y hojas de romero debe hacerse durante primavera y verano. Una vez recolectadas se secarán a la sombra en un lugar seco y oscuro. Su almacenaje será en un recipiente de vidrio que esté bien cerrado y se guardará lejos de la luz y de la humedad para una mejor conservación de las plantas.
Composición del romero
Su composición química es rica y diversa y las hojas poseen ácidos fenólicos como:
Cafeíco.
Clorogénico.
Neoclorogénico y rosmarínico.
Picrosalvina (lactona amarga diterpénica).
Apigenina y luteolina (glucósidos de flavonas).
Ácido ursólico y otros derivados triterpérnicos .
Rosmaricina (alcaloide).
Taninos y minerales.
Por su parte, el aceite esencial de romero está constituido por derivados terpénicos; cineol (32%), borneol (18%), alcanfor (12%), pineno, canfeno, acetato de bornilo y dipenteno, entre otros.
Propiedades del romero
El romero es una planta muy rica en principios activos y posee numerosas propiedades medicinales, entre otras, es antiséptico, antiespasmódico, aromatizante, depurativo, estimulantes estomacal, carminativo, colagogo –facilita la expulsión de la bilis–, diurético o hipotensor.
La doctora Carmen Martínez reconoce las bondades de la fitoterapia y la define como una buena alternativa a los tratamientos químicos en muchas dolencias y enfermedades, “ya que en las plantas que se utilizan para la fitoterapia suelen encontrarse la mayoría de los principios activos de manera equilibrados debido a la presencia de diversas sustancias complementarias que suelen potenciarse entre sí; esta situación evita que dichas sustancias se acumulen en nuestro organismo pudiendo provocar algún tipo de intoxicación”.
Respecto al romero, asegura: “favorece la recuperación de las enfermedades respiratorias y digestivas, teniendo propiedades antioxidantes muy beneficiosas además de ser utilizado en la preparación de comidas”.
Uso interno del romero
Por lo que respecta a su uso interno, el romero puede aplicarse en los siguientes casos:
Debido a sus efectos estimulantes y tónicos favorece la recuperación en el caso de las enfermedades respiratorias y del aparato digestivo.
Posee un alto contenido de hierro y por este motivo puede ayudar a superar su falta en ciertos casos de anemia.
Es una planta rica en antioxidantes y, por tanto, resulta muy útil en tratamientos rejuvenecedores, así como para tratar enfermedades como el alzhéimer, el SIDA o el cáncer.
Antiguamente se le atribuían propiedades para fortalecer la mente y mejorar la agilidad mental, así como para aliviar las jaquecas y los periodos de astenia.
Por sus propiedades bactericidas puede servir como complemento de un tratamiento con antibióticos y algunos casos de enfermedades de transmisión sexual.
Uso externo del romero
En lo que a su uso externo se refiere encontramos diversas aplicaciones del romero:
Es adecuado para mitigar los dolores musculares y los calambres producidos por el esfuerzo físico, así como para desinflamar o relajar los pies, por lo que su uso es bastante frecuente entre los deportistas. Basta con realizar baños de romero durante 15 o 20 minutos o con aplicar sobre la zona en cuestión aceite de romero para notar sus efectos beneficiosos.
Realizar masajes sobre el cuero cabelludo con aceite de romero, enriquecido con aceite de almendra, ayuda de manera notable a mejorar la circulación de la zona y el nacimiento del cabello.
En los casos de uñas frágiles y quebradizas, evita que éstas se rompan.
También es reconocido su uso para combatir el mal aliento y aliviar las llagas y las inflamaciones.
Otras aplicaciones del romero
Amnesia.
Caspa.
Celulitis.
Contusiones.
Dolor de cabeza.
Espasmo.
Frigidez.
Higiene íntima.
Hipercolesterolemia.
Ictericia.
Procesos inflamatorios.
Insomnio.
Reumatismo.
Tortícolis.
Precauciones frente al romero
En cualquier caso, es muy importante tener en cuenta que un uso excesivo y continuado del romero puede causar toxicidad. No conviene abusar de uso, ya que al tener propiedades estimulantes puede provocar episodios de ansiedad e insomnio.
Cómo se usa el romero
El romero puede consumirse en infusión, en vino o en aceite. Las infusiones de romero se realizan dejando hervir en agua la planta durante unos minutos. Posteriormente se deja reposar, se cuela y ya está lista para beber. Para su preparación en el caso del vino hay que macerar 40 gramos de sumidades florales durante 40 días en un litro de vino tinto. Y para el aceite, hay que triturar 10 gramos de hojas y llevarlas en 100 cc. de aceite vegetal, bien tapado, durante dos horas al baño maría. Después, filtrar y envasar.
No podemos olvidar las propiedades alimentarias del romero, ya que se trata de un reconocido condimento que potencia el sabor de los platos, sobre todo en el caso de las carnes. Debe utilizarse con prudencia puesto que su sabor es bastante fuerte.
Utilizado en aromaterapia
El aceite esencial de romero también es muy utilizado en el mundo de la aromaterapia por su fuerte capacidad vigorizante. Esta esencia mejora el sistema inmunológico debido a su activación de la circulación sanguínea al mismo tiempo que actúa para prevenir las alergias y los problemas de vías respiratorias.
Desde el punto de vista de la aromaterapia es un importante equilibrador de la transmisión del sistema neuro-funcional, evita la somnolencia y ayuda a la concentración, convirtiéndose así en un estimulante muy adecuado para los niños.
Para concluir, pueden mencionarse otros usos del romero que van más allá de lo puramente medicinal. Por ejemplo, suele usarse como ambientador introduciendo un puñado de flores secas en una bolsa de tela o como purificador de agua contaminada. Para ello se hierve el agua contaminada y se le añade un trozo de planta seca eliminando así las bacterias que hubiera en el líquido.
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