No importa cuán desprejuiciados nos creamos, o qué tan libres nos pensemos a la hora de hablar de sexo. La sexualidad y el encuentro con el otro siempre disparan interrogantes que muchas veces nos dan cierto pudor explicitar a nuestra pareja, ya sea ocasional o no.
El punto más importante es que las preguntas (tanto en mujeres como hombres) son variadas y, ante la falta de respuesta, siembran en la persona una falsa percepción de su relación, de cómo vive su sexualidad, y de sí mismo.
¿De ahí en más? Mitos, creer que se tiene una patología o enfermedad, o la sensación de sentirse frustrado ante lo que no resulta.
Si sos de las personas que se hacen preguntas sobre sexualidad, pero se quedan con más dudas que certezas, leé esta nota.
¡Sexo!, entre el sentir y el dudar
Seas hombre o mujer en esta nota te acercamos, desde las respuestas del doctor José Luis Rodríguez (sexólogo, especialista en disfunciones sexuales, y médico psicoterapeuta especialista en sexología clínica), los fundamentos para cada inquietud. Respuestas para mejorar tu vida sexual:
1. Si no se puede sostener la erección durante las relaciones sexuales, ¿existe un problema?
Es muy frecuente la consulta por este tema. Hay que entender que el planteo de la pareja, si bien es un problema, es menor de lo que ellos creen. Una cosa es no tener erecciones, y otra muy distinta es poder tenerlas y perderlas; en este segundo caso, por los menos la tienen.
Por lo general no hay un problema orgánico, pues son situaciones episódicos: a veces ocurre, y otras veces no. Uno puede sospechar de un problema orgánico, si esto sucede siempre, en todas los encuentros, y de la misma manera; y relativamente rápido. Lo más común es que en ese momento del coito la persona se distraiga, ya sea con pensamientos que interfieren, o aquellos vinvulados a la ansiedad por el rendimiento, o el temor al fracaso. El hombre entonces arranca bien, pero se le genera un ‘click’ que lo desmorona. Todo lo que pasa en una relación sexual tiene que ver con el estímulo y la respuesta, y sobre todo, saber que lo ideal es que no existan interrupciones entre ambas.
Ansiedad, problemas personales, y estrés son causas posibles del corte entre estímulo- respuesta.
2. ‘Micro-penes’ y relaciones, ¿se experimenta placer?
Es una realidad. Hay muchas definiciones y muchos autores hablan de ‘micro-penes’ cuando, en erección, el órgano masculino mide menos de 10 centímetros. Si bien la mayor parte de los varones está en general dentro del mismo promedio de medida, en algunos casos pueden haber soluciones de estilo quirúrgico; que en realidad son una opción más cosmética que otra cosa. Hay que evaluarlo muy bien, ya que son operaciones complejas, que debe hacerlas un profesional idóneo. De hecho, no son muy frecuentes. Es que en lo funcional existen riesgos.
En estos casos hay que aprender a vivir con el tamaño del órgano sexual, como parte de la realidad. Algo importante es que si hablamos de la relación sexual ‘coital pelviano vaginal’, la sensibilidad en la mujer se encuentra en los tres primeros centímetros; ya que la mayor sensibilidad en ella está ubicada entre el aparato clitoral y la vulva: una zona que no siempre recibe estimulación por parte del varón, más allá del tamaño de su pene.
La estimulación puede ser entonces de múltiples formas y hacerla placentera para la mujer, se tenga un ‘micropene’ o un tamaño mayor. Lo ideal es que la pareja adecúe su sexualidad a su realidad, y de esa manera vivir un encuentro muy satisfactorio.
3. Si no se tiene sexo varias veces, y casi todo el tiempo, ¿hay que preocuparse?
Los viejos mitos han sido reemplazados por los denominados “mitos del rendimiento”. Cuántas ereccciones se tienen y cuánto tiempo, qué tan firmes son etc... Mientras tanto el tema no pasa por ahí, sino por la pareja. Se pueden tener diez relaciones sexuales por semana, y no pasarla bien; o tener dos y que sean encuentros memorables. Es la calidad del encuentro lo que importa.
A la hora de la cantidad, es hasta donde da el deseo. Como el apetito, una vez saciado, no se quiere más. Por eso hay que entender que hay mucho mito detrás de determinadas y supuestas realidades. Es la calidad, no la cantidad, lo que importa. Cuando el deseo fue satisfecho no va a haber más interés.
4. El consumo de pornografía, ¿implica falta de deseo hacia la pareja?
- Nada más alejado de la realidad. En general los estímulos preponderantes en el varón son los visuales, y los visuales lejanos. La mujer se engancha más con los visuales cercanos, es la distancia de la intimidad, 60 centímetros. En ella es predominante lo táctil, lo que le despierta más el deseo. No así en el hombre.
La pornografía está hecha para hombres. Todo lo que aparece es el ideario, o se vincula, con la fantasía femenina. Los hombres consumen pornografía, y al igual que la lencería está hecha para la mirada masculina.
¿Por qué ve pornografía? Por curiosidad propia, porque le puede generar placer, y es muy normal. Es una forma de estímulo, o fantasía. Además hoy el acceso a Internet es inmediato, y tan sencillo, que se tiene a disposición cosas insólitas en las que es posible mantener el anonimato. No es una falencia y definitivamente no reemplaza al encuentro.
5. Si la pareja, durante el acto sexual, se estimula por su cuenta durante determinado momento y luego sigue; ¿qué implica para el otro?
- La erección es un hecho dinámico: sangre acumulada en los cuerpos cavernosos. La rigidez peniana se produce porque es más la sangre que entra que la que sale. Se trata de un fenómeno dinámico, ya que la sangre está entrando y saliendo todo el tiempo. No se acumula en los cuerpos cavernosos y, en este ir y venir, van a existir variaciones absolutamente normales de la rigidez peniana. Cuando uno es más grande, y tiene esta información, sigue disfrutando igual, porque el nivel de rigidez va a seguir. Si uno no lo sabe, se asusta, deja de producir estímulos, y la erección falla. Entonces el hombre comienza a estar más pendiente de su rigidez que de la relación. Teme que se le baje el miembro y le termina por suceder. Puede haber más o menos dureza, a cualquier edad, durante el coito.
Analía de la Llana
por gerundio Ayer a las 17:45
