Hay quienes sugieren que para salir de una situación problemática, se requiere mirarla desde otro punto de vista. Pero, ¿cómo se puede lograr esto cuando se mantiene la mente ocupada en determinado conflicto, que impide observar lo que sucede desde afuera? Si actualmente se encuentra en esta posición, entonces lo que a continuación leerá le servirá de mucho. Se trata de algo tan sencillo, pero con resultados verdaderamente sorprendentes. He aquí de qué se trata:
Las submodalidades son los matices que le damos a nuestra vida. Son esas diferentes formas y normas con las que nos hacemos una vida ya sea más, ya sea menos agradable, emocionante o llena de acción, pero también pueden ser esos momentos sensibles y apacibles que vivimos. Y esos matices pueden ser visuales (colores, formas), auditivos (sonidos) o sensoriales (sentimientos). Al modificar estos matices, cambia nuestra percepción interna de las cosas y eso trae como consecuencia una vida de mejor calidad. Esto quiere decir que, por ejemplo, si un recuerdo te perturba o molesta, al cambiar tu mentalidad, modificarás tu relación con ese recuerdo, ¡y este, tarde o temprano dejará de molestarte!... Así de sencillo. Entonces ponle ‘‘matices” a tus actos cotidianos y esto transformará tu vida!, así que...
¡Manos a la obra!
Haremos un ejercicio poniéndole ‘colores y sonido’ a una situación determinada. La que tú quieras.
Primero que nada, piensa, en este preciso momento, en algo que tanto te molesta o duele y píntala de color negro, con un sonido estruendoso. Esa situación que se abre paso en tu mente y no sabes qué hacer ni cómo comportarte cuando se aproxima. Rememórala tal cual es, con todos los detalles que puedas, durante un par de minutos. Fíjate si tiene sonidos asociados, voces, perfumes, sensaciones. Todo lo que aparezca, estará bien.
Ahora, mientras respiras tranquilamente en ese lugar donde estás leyendo este artículo, ve cómo esta situación empieza a perder color: los bordes se van desdibujando, paulatinamente, el brillo se va apagando más y más, las formas se entremezclan, todo se va tornando blanco y negro, predomina el gris, y además, el sonido se va apagando hasta quedar totalmente callado.
Tomate el tiempo que necesitas para hacer lo siguiente: es una inversión en tu calidad de vida.
Cuando visualices la escena en gris, ve sacándole el color hasta que quede en blanco, lo más posible. Con serenidad. Ahora, sobre lo poco que quede de la imagen anterior, imagina algo lindo que deseas que pase, con colores hermosos, formas nítidas, sonidos bellos, una sensación de felicidad interna, mientras respira pausadamente. Quédese disfrutando de esta nueva imagen todo el tiempo que desee.
¡Este ejercicio da resultados maravillosos!
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