Todos tenemos una idea sobre cómo deberían ser las cosas.
Nuestro trabajo ideal, nuestra alma gemela, nuestra casa perfecta… pero la verdad es que no sabemos. La experiencia nos dice que sólo porque es nuestro ideal, no quiere decir que nos hará felices. ¿Cuántas veces hemos deseado algo, simplemente para recibirlo y permanecer insatisfechos? ¿Cuántas veces hemos hecho que nuestros sueños se hagan realidad para descubrir más tarde que no eran lo que queríamos después de todo? Nos encontramos a nosotros mismos cambiando de empleos, casas, parejas, carros, ropa, dietas y cualquier otra cosa que podamos cambiar en la búsqueda por obtenerlo todo.
Los kabbalistas creen que el Creador desea solamente darnos la mayor realización. Lo complicado de esto es que aquellas cosas que nos traerán la mayor felicidad no siempre se ven como lo esperamos. Mientras más ocupados estamos persiguiendo lo que pensamos que nos hará felices, más oportunidades podemos perder de recibir lo que el Creador está tratando de darnos justo en este instante.
Si bien es importante tener metas y deseos, también es importante estar abiertos a todas las oportunidades de la vida.
Existe una energía esta semana que nos apoyará para que pensemos fuera de las limitaciones y recordemos que siempre hay un panorama más grande que no podemos ver. Si alguien con quien nunca socializas te invita a almorzar, acepta su oferta. Si tu amigo quiere ver una película que realmente no te interesa, ve con él de todos modos.
Si quieres experimentar toda la alegría que el universo tiene para ti, es esencial que permanezcas abierto para recibirla.
Cuando seguimos nuevas direcciones, podemos llegar a mejores destinos.
Todo lo mejor,
Yehuda bERG