El mercurio es uno de los metales pesados mas dañinos para la salud del hombre. Es especialmente tóxico para el sistema inmunológico. Lamentablemente es muy común encontrarlo en el cuerpo, debido a que estamos expuestos a él por varias fuentes:
Amalgamas dentales
Contaminación ambiental debido a diversas industrias
Termómetros de mercurio
Lámparas fluorescentes
Consumo de alimentos contaminados, especialmente pescados
Las amalgamas dentales son la fuente principal de mercurio. Es importante cambiarlas por curaciones de resina. Si se está embarazada o amamantando, es preferible esperar hasta después de dejar de amamantar para cambiar las amalgamas, pues el proceso arroja cantidades enormes de mercurio al cuerpo, que pueden ser absorbidas por el bebé. Es preferible que absorba una pequeña cantidad por algunos meses, en lugar de una gran cantidad a la vez, lo cual podría ocasionarle daños neurológicos permanentes. El feto y el bebé son especialmente sensibles al mercurio, pues su sistema nervioso apenas se está desarrollando.
Los termómetros llegan a los basureros, y de allí el mercurio de filtra al subsuelo junto con el agua de lluvia. Es muy recomendable el evitar el uso de termómetros de mercurio, no solo por el impacto ambiental sino por el riesgo de un termómetro roto en el hogar. Además, los termómetros digitales son más exactos y rápidos.
El mismo problema lo tienen las lámparas fluorescentes, que en su interior pueden tener recubrimientos o gases de mercurio. Es recomendable llevarlos a un centro de reciclaje.
Las industrias liberan mucho mercurio al aire, especialmente la producción de energía eléctrica, que al quemar carbón en las termoeléctricas, arrojan al ambiente el mercurio que se recoge junto con el carbón. Entonces el mercurio es transportado por el agua de lluvia al agua, tanto dulce como salada. Este mercurio tiene características inorgánicas, y no se puede absorber tan fácilmente, pero es procesado de forma natural por ciertos microorganismos muy comunes, y es entonces cuando los seres vivos lo absorbemos, especialmente en el agua.
Afortunadamente los seres humanos podemos eliminar naturalmente el mercurio, aunque no de forma muy efectiva. Las siguientes son algunos métodos naturales para eliminarlo:
Consumir alga Chlorella y Spirulina. Diversos estudios han demostrado que estas algas se asocian rápidamente a los metales pesados, permitiendo eliminarlos.
Consumir cilantro en la dieta.
Estas son las mejores recomendaciones para eliminar el mercurio y otros metales pesados. Algunos otros métodos son:
Comer uno o dos dientes de ajo al día, como mínimo.
Tomar suplementos alimenticios de vitamina C y vitamina E.
Lo óptimo sería no estar expuestos al mercurio y otros contaminantes. Estas recomendaciones son especialmente válidas para los habitantes de ciudades industriales y metrópolis.
Los pescados son organismos que no pueden eliminar el mercurio de forma natural. Además, tienen otras toxinas, llamadas PCBs (Polychlorinated Biphenyls).
Es muy importante limitar el consumo de pescados con altos niveles de mercurio, especialmente por parte de mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños.