Deja atrás el pasado.
Piensa en todas las personas importantes en tu vida pasada y presente.
Dedícale unos momentos a cada una por separado y observa quién te provoca enojo, tensión, angustia o malestar.
Haz una lista con las personas que te causaron una emoción negativa, escribiendo el nombre de cada una y qué sentimientos te originó.
Escoge el nombre de una de esas personas y escríbele una carta.
No elijas, en un principio, a la persona que te provocó la emoción más intensa, ni envíes la carta.
Es sólo para ti.
Escríbele cómo te sientes, explicándole qué fue lo que te molestó o lastimó, cómo te afectó en esos momentos y de que manera ha influido, esa situación, a lo largo de tu vida.
Revisa la carta e identifica los sentimientos, pensamientos y recuerdos que provocaron y mantienen el resentimiento.
Escríbelos o márcalos en la carta.
Ahora imagínate que eres esa persona.
Concéntrate para identificarte con ella y contesta la carta, explicando la situación desde su punto de vista.
Refiriéndote a cada uno de los sentimientos y pensamientos descritos.
Al terminar de escribir esta segunda carta, léela y piensa si esa persona estaba consciente del daño y dolor que te provocó y si eso era lo que quería.
Si tu respuesta es que sí, piensa si vale la pena que te amargues y sufras por una persona así.
Aprende a perdonarla y deja el pasado atrás.
No es por ella.
Es por ti.
Cuando perdonamos, dejamos de cargar el dolor y el coraje que nos hacen sufrir y nos impiden lograr un mayor bienestar.
Si tu respuesta es que no quiso dañarte, con mayor razón perdónala, pero no te regañes o critiques por la forma en que respondiste o por haber tenido resentimiento este tiempo.
Recuerda que hiciste lo que en esos momentos, eras capaz de hacer, pensar y sentir.
Cuando empieces a pensar en lo que pasó y a revivir las emociones negativas, piensa o di en voz alta (cuando te sea posible):
"Eso ya pasó.
No puedo cambiar el pasado, pero quiero tener un buen presente.
Por eso me despido y lo dejo que se quede en el pasado, que es donde corresponde".
Posiblemente, hacer esto una sola vez no sea suficiente, pero con la práctica lo vas a ir logrando.
Cuando sientas que has obtenido buenos resultados, elige otra persona y repite el ejercicio.
Perdónate.
Con frecuencia, en ocasiones sin darnos cuenta, estamos enojados con nosotros mismos.
Pensamos que somos tontos, incapaces, que nosotros provocamos o permitimos lo que sucedió, etc.
No te regañes por no haber hecho lo que no pudiste hacer, por el motivo que sea o que no supiste cómo hacerlo.
Es como regañarte por no saber hablar chino.
No podemos hacer lo que no aprendimos.
Ahora puedes aprender.
Pero date el tiempo y la práctica que tú necesitas.
Acepta la injusticia de la vida.
Algunas veces la vida es injusta.
Pero lo es para todos, no sólo para ti.
Hay cosas que no podemos cambiar, aunque no nos gusten.
Y hay gente que es injusta con nosotros, porque sus metas deseos, formas de pensar y sentimientos son diferentes a los nuestros.
Y cuando luchan por su bienestar o satisfacción, pueden ir en contra del nuestro.
Eleva tu autoestima.
Revisa tu autoestima y trata de fortalecerla.
Piensa que si te sentiste o fuiste incapaz en esa época, hoy eres diferente y puedes aprender a actuar y pensar de una manera distinta.
Ocúpate.
Cuando empieces a pensar en cualquier cosa que inicia tu resentimiento, ponte a hacer algo que te mantenga ocupado y no te deje darle vueltas una y otra vez a lo que sucedió,
Revisa tus pensamientos.
Nuestro estilo de pensamiento puede aumentar nuestras emociones y distorsionar nuestra percepción y evaluación de los hechos.
Revisa el artículo sobre estilos de pensamiento, para ver si, debido a la edad que tenías, no exageraste, generalizaste, etc.
En ocasiones nos cuesta trabajo eliminar el resentimiento sin ayuda.
Si recurres a un amigo o familiar, escoge a la persona que no te va a "calentar la cabeza", dándote razones para seguir enojado o que no te va a criticar por tus sentimientos.
http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/eliminar-resentimiento.htmlun beso y una linda sonrisa