Deberíamos ser muy cuidadosos con la manera en que nos hablamos, el tipo de lenguaje que utilizamos, las cosas que nos decimos, van dejando un fuerte impacto en nuestras emociones y autoestima.
Evita decirte tonto, inútil, perezoso, todos esos adjetivos que te hagan sentir mal y que no te van a conducir a nada productivo, mejor háblate bien, sedúcete a ti mismo y valora siempre lo que haces. Enfoca tu energía en ver lo que sí tienes y tus cualidades en lugar de concentrarte en los defectos y las carencias.
Los pensamientos que vamos eligiendo son el alimento de nuestras emociones,y como en una delicada dieta, debemos nutrirnos de aquello que aumente nuestro nivel de energía y felicidad, lo demás fácilmente debe ser desechado.
Trátate con respeto, con tanta dignidad como eliges tratar a los demás. Nada bueno sale de ser cruel contigo y golpearte cuando estás caído, bríndate el tiempo de mejorar, de enmendar tus errores, de curarte. No te presiones, cuídate como si fueras tu mejor amigo. Si los demás merecen tu perdón, tu admiración y tu amor, tú también lo mereces. Aprende a tratarte como el ser humano valioso que eres.
Deja que el buen humor fluya en tu vida, los problemas van y vienen y es mejor pensar soluciones o alternativas con una buena sonrisa en vez de amargarse y frustrarse en vano. Los niños pequeños suelen reírse un promedio de 300 veces al día, un muy buen hábito que deberíamos mantener porque las cosas siguen siendo graciosas y bellas, ¿verdad?
Sé honesto con las cosas que realmente quieres, no busques agradar a los demás o tener prestigio, decide hacer algo porque realmente surge de tu sincero deseo. Si escoges una carrera que sea de tu agrado, evita que sea una decisión ajena como de tus padres por ejemplo. Si quieres un determinado trabajo quizás tan sólo por el salario, piensa qué es lo que estás sacrificando por eso. Intenta poner las cosas en perspectiva, hay determinados sacrificios que no valen la pena y otros que sí, la respuesta reside en tu corazón.
Piensa desde lo que ya posees, si siempre te estás concentrando en la falta, en esos anhelos no alcanzados aún, solamente te sentirás más desgraciado. La mejor manera de crecer a todo nivel es apreciando cada paso que hemos dado, dándonos el tiempo para disfrutar de lo obtenido y desde el agradecimiento y el pleno disfrute de lo que ya está en nuestro presente, continuar nuestro camino de desarrollo con alegría y con calma. La ansiedad es muy traicionera y nos pone una venda en los ojos, nos evita ver lo que sí has ganado y todo lo maravilloso que ya eres.
Así que escoge con sabiduría tus pensamientos, tus palabras, lo que decides sentir. Incrementa tu energía sabiendo que ya eres un ser respetable que cada día se convierte en una mejor versión de sí mismo porque así lo deseas.
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Lic. en Psicología Mariana Alvez
marianaalvezg@gmail.com