No siempre basta con tener temas importantes de los que hablar con las personas que nos rodean, también es necesario aprender a transmitirlos. Para que nuestra conversación resulte interesante y amena, es importante que tengamos en cuenta una serie de factores.
Reglas de oro para una buena comunicación
Aunque sea una obviedad, no siempre nos damos cuenta que el objetivo principal en una conversación es comunicarse de una forma eficaz. Si aprendemos a expresar correctamente nuestras ideas, seremos capaces de entendernos mejor con los demás y conseguir acuerdos de provecho para las dos partes. Por lo tanto, debemos centrarnos en este objetivo y dejar de lado aquello que nos dificulte esta misión, es decir, necesidad de autoafirmarnos, críticas negativas, vanidad, etc.
Existe una fórmula sencilla para poder llevar a cabo una conversación que resulte comunicativa y agradable a la vez que lograremos transmitir nuestras emociones.
La primera será escuchar muy bien a nuestro interlocutor. En este caso no estamos hablando sólo de educación, ya que escuchar a los demás atentamente nos predispone de una manera positiva ante ellos y nos proporciona una valiosa información sobre la persona que tenemos delante. Reflexionar antes de hablar, también resulta de suma importancia. No hay que dejarse llevar por la improvisación. Si vamos a mantener una conversación de importancia, es necesario dedicar algo de tiempo para prepararnos los argumentos, de esta manera no correremos el peligro de dar un paso en falso.
Es conveniente, de igual manera, prestar una especial atención al lenguaje de los gestos ya que aunque las palabras son las que llevan el peso de un discurso, las miradas y los gestos son las que comunican los sentimientos. También resulta de extrema importancia ser modesto. A nadie nos gusta conversar con alguien cuyo tema principal de una conversación sean sus méritos. Los hechos y no las palabras son las que deben demostrar lo que valemos, por tanto, es mejor pecar de humilde que de soberbio. No estamos tratando de vender nuestra persona, sino de entendernos con los demás.
Cómo lograr ser un buen orador
Cuando tengamos que exponer un tema o de comunicar algo importante, es necesario llevarlo bien preparado. Saber lo que vamos a decir de antemano nos dará seguridad.
El primer paso será buscar un buen comienzo para exponer nuestras ideas. Empezar de una manera amena conseguirá despertar a nuestra audiencia e introducirla desde el primer momento en el tema.
Muy importante es tratar de conectar a través de las emociones con los demás. Debemos tratar de expresar nuestros sentimientos con la empatía y con la humildad y por supuesto pensar en un buen final para concluir nuestra exposición de una forma divertida o agradable, para dejar un buen sabor a las personas que nos han estado escuchando, lo que nos predispondrá a su favor.
Lo que nunca deberemos de hacer es mentir, por muchas excusas que encontremos o ser demasiado impulsivo. Es positivo ser natural y espontáneo, pera dentro de unos límites. Tampoco debemos utilizar palabras malsonantes, ya que aunque un taco puede resultar incluso divertido en determinados ambientes, no es conveniente abusar de ellos. Siempre resultará mejor usar otro tipo de expresiones.
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