Por Dr. Marcelo Cubellun, Equipo de Bien Simple
Médico Psiquiatra
M.N. 69874
La autoestima sexual es un factor fundamental para la construcción de relaciones íntimas sanas y de calidad. Por ello, debes encontrar estrategias para poder elevarla. Aquí te mostramos algunas, el resto depende ti.
Recuerda que la actitud es la mayor atracción sexual. Si bien es cierto que estamos en una sociedad en la que la imagen tiene un valor central, ésta es mítica. Lo realmente provocativo de una persona seductora es su actitud, que es independiente de la belleza física, que es sumamente subjetiva. Adopta una actitud seductora para caminar, en tu forma de hablar, moverte, sonreír y actuar. Estás seduciendo en todo momento, no sólo en la cama.
Deja la timidez a un lado. Quienes padecen de baja autoestima sexual, suelen ser personas tímidas con muchas dificultades para entablar relaciones sexuales. Si lo que deseas es cambiar esa actitud, dile adiós a no tener relaciones con la luz prendida, a desnudarte a escondidas, y a evitar el contacto con tu pareja, entre otras.
Toma la iniciativa. ¿Por qué tendría que ser el otro quien avance? Si lo deseas, hazlo. Olvida el miedo al rechazo y avanza con paso firme a concretar todas tus fantasías y las de tu pareja. El factor sorpresa le aportará adrenalina y eliminará toda posible rutina. Imagina y actúa.
Cuida tu imagen, no por los demás sino por ti. Un factor fundamental para la autoestima sexual es que te sientas a gusto con tu cuerpo y tu estilo. Si lo logras, quien se te cruce lo notará y se sentirá atraído por tu seguridad.
Experimenta, prueba, anímate. En el sexo nada está dicho y siempre existen nuevos caminos por recorrer y placeres por descubrir. Los límites sólo se fijan en pareja y la creatividad no los tiene. Prueba diferentes posiciones, juguetes sexuales, lugares, aventuras. ¿qué esperas para comenzar?
Cuida tu salud sexual. Ocúpate de tu bienestar físico. Mantén una buena higiene y tus controles médicos al día.
Importante
Para sentirte a gusto con vida sexual, debes experimentar placer. ¿Cómo? Pide lo que te gusta y no le adjudiques al otro un saber que no tiene. Anímate y ahórrate malos ratos aprendiendo a pedir lo que te gusta y dialogando con tu pareja acerca de aquello que te provoca mayor satisfacción.