por Viviana Vidal
Las carencias en la cama, muchas veces se reflejan en el ánimo y otros aspectos de la vida.
El sexo es un elemento básico desde el punto de vista biológico, físico y psicológico. ¿Cómo nos afecta la falta de esta actividad en nuestra vida? ¿Cómo evitar que disminuya el deseo a medida que avanza una relación? Estas son las preguntas que intentamos resolver con un especialista.
El sexo nos hace más felices
¿Será tan así? Bueno, el sexo no es todo en la vida, pero su práctica resulta de gran importancia tanto para la salud individual, como para la salud de la pareja, al mismo tiempo que “influye en el ánimo de las personas y tiene beneficios en aquellos que lo practican”, así lo asegura el Dr. Gabriel Dukes, psiquiatra de Clínica Avansalud.
“La sexualidad no puede separarse de los demás ámbitos de nuestra vida y si estamos mal en este punto repercutirá en nuestro desempeño laboral, nuestra forma de amar, la autoestima, las relaciones con los hijos, los amigos…”, afirma el Dr. Gabriel Dukes
¿Influye en aspectos como el trabajo o relaciones interpersonales?
Una sexualidad sana se da por hecho, entonces cuando surge alguna carencia, cuando las cosas no funcionan por diversos motivos, ya sea por disfunción sexual (algo muy común en los tiempos que corren) o por la influencia de algunos medicamentos que hacen bajar el deseo sexual, las personas se dan cuenta de cómo los afecta en su vida diaria y muchas veces hay cambios anímicos y de salud donde se debe poner atención.
¿En quién se ve más reflejado esto? (Hombres o mujeres)
Ni uno ni otro se ve más afectado por la falta de sexo, es algo que los afecta a ambos. La pareja se siente menoscabada y el miembro que tiene problemas de deseo sexual se siente incapaz de satisfacer a su pareja, herido, imposibilitado, mientras que el que sufre la falta de sexo genera sentimientos de sentirse poco atractivo, distanciamiento, etcétera.
¿Podríamos decir que tener relaciones poco satisfactorias nos ponen de mal humor?
Sí, porque la sexualidad no puede separarse de los demás ámbitos de nuestra vida y si estamos mal en este punto repercutirá en nuestro desempeño laboral, nuestra forma de amar, la autoestima, las relaciones con los hijos, los amigos…
Mucho, poquito o nada…
¿Cuántas veces a la semana tienes sexo? Esta es una pregunta común que podemos escuchar en reunes de amigos e incluso en programas de televisión. Pero, ¿cuánto es lo normal? ¿Importa tanto la frecuencia?
Según el Dr. Gabriel Dukes no existe una cifra que se pueda aplicar por igual para todas las personas, todo depende de cada uno y de la pareja.
“La publicidad nos impone muchas veces cosas que en la realidad son diferentes. La frecuencia dependerá del tiempo que lleva la pareja, la calidad de la relación que mantienen, el estado de salud, etcétera”, asegura.
Pero, en esta misma línea, el profesiopnal nos entrega algunos indicadores: “Si una pareja joven tiene relaciones una vez al mes es indicador de que algo está fallando y tiene que buscar ayuda profesional, pero es algo a analizar caso a caso”.