La mayoría de personas nos reímos de lo que nos resulta absurdo o ridículo. Pero como decía Schopenhauer, “si el humor es la única capacidad divina del individuo, ¿por qué no hacer de ella una actitud que nos sirva para mejorar nuestra vida cotidiana?”. El sentido del humor nos permite así restar importancia a aquello que nos duele o nos molesta, en lugar de echarnos a llorar o deprimirnos.
Por eso, aprender a reírnos de nosotros mismos es un ejercicio atrevido, subversivo y muy saludable. Se trata, en definitiva, de potenciar el sentido del humor para afrontar la vida sin tantas rigideces y con una actitud mucho más positiva y optimista:
1) Descubre el placer de sonreír
, incluso en aquellos momentos y ante aquellas situaciones que parecen no tener salida. Comprobarás que al reírte de ello ya se están produciendo cambios positivos.
2) Escucha y dialoga con tu niño interior
ya que, aunque no lo creas, en él también se encuentra la clave de tu humor, de tu manera de afrontar la vida.
3) Intenta variar un poco tu rutina.
Por ejemplo, haciendo otro trayecto para ir al trabajo o al hacer las cosas de la casa. Deja fluir tu creatividad e imaginación.
4) Explica a tus amigos las situaciones divertidas
en las que te has visto involucrado. Compartir tu sentido del humor con los demás también es una forma de relajarse y de sentirse más libres.
5) Antes de actuar, tómate unos segundos.
Verás que una misma situación puede afrontarse de maneras muy opuestas.
6) Escribe en tu diario
aquellos momentos en los que hayas actuado con excesiva rigidez. Transfórmalas luego en una narración divertida, exagerando algunos rasgos. Como si te preguntaras “¿qué pasaría si…?”.
http://www.recursosdeautoayuda.com/2012/06/como-tener-buen-humor-todos-los-dias.html