Aunque su comportamiento sea parecido al de otras adicciones, no es simple en un primer momento reconocer a una persona adicta al cibersexo. Es que una de sus principales características es que mienten para ocultar sus actividades.
En primer lugar, cuando hablamos de “cibersexo” hacemos referencia a una manera de relacionamiento, sin contacto físico, en la que las personas obtienen la excitación sexual por medio de mensajes electrónicos con contenido erótico o de sexo explícito.
Lo consiguen a través de la informática, utilizando el chat, mensajería instantánea, la telefonía celular o el correo electrónico. También, en algunos casos, utilizan las webcam y equipos de audio para aumentar el placer con las imágenes y el sonido.
Ahora, ¿cómo se reconoce a un adicto al cibersexo? La verdad que no es fácil, pero puedes prestar atención a los siguientes síntomas:
• Buscan la soledad para estar en la computadora o con el teléfono móvil.
• No quiere que observen lo que hace.
• Se queda conectado hasta la madrugada o espera a que el resto se duerma para levantarse.
• Empieza a pasar más horas en la computadora y a quitarle más tiempo al sueño o al descanso.
• Deja de frecuentar los lugares y a las personas con las que compartía intereses o entretenimientos.
• Si está en pareja, deja de mantener relaciones sexuales porque al masturbarse no puede conseguir la excitación necesaria.
• Si se le consulta por su extraño comportamiento miente.
• Si tiene familia, la descuida, no colabora en las actividades.
• Padece trastornos de sueño, nerviosismo e irritación.
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