Hace unos días alguien me dijo: “El pensamiento anula la consciencia”. Frente a tal frase es importante reflexionar.
Para reflexionar hay que dudar de todo aquello que no es fácil de comprender. Al parecer suena a desconfianza, pero en realidad no, es solo que la duda proviene del corazón. Entonces fui libre y dude de aquella frase.
Durante siglos, la humanidad ha buscado bajo numerosas variedades desarrollar la vida espiritual, en especial, para encontrar la Fe, contradictoriamente en oposición a la razón. Situación que nos ha mantenido en una constante confusión; porque somos seres indivisibles que tenemos en nuestra constitución: Mente, alma y cuerpo y cada una de las partes suma el todo que somos.
Los pensamientos vienen alimentados del conocimiento y éste a su vez, nos envía señales al cerebro para formar nuestra percepción de las cosas y actuar en consecuencia.
Pero al hablar de fe parece que todo es más abstracto y queda como resonando una voz muy tenue dentro de sí.
La propuesta de este artículo es en primer lugar, reconocer que hombres y mujeres tenemos un núcleo unificador que se llama cerebro, donde a través de la razón, comprobamos y medimos las creencias y valoramos las sensaciones. Este funcionamiento tan sofisticado y poco comprendido, da paso a la fe como la respuesta de toda pregunta.
Los dones de una existencia espiritual pueden ser alcanzados de un modo universal, independiente de las particularidades de raza, creencia o religión.
Simplemente, somos humanos y somos un todo que contiene todo. Infinitos y un milagro en sí mismos.
¿Cuántas veces pensamos en esto como una verdad? Mucho se pudo haber escrito o dicho al respecto sobre la tierra y en todos los tiempos, pero aun así, seguimos buscando en todas partes lo que ya somos.
En lo personal dejo solo sentir a mi cuerpo la respuesta a una pregunta, me doy permiso para estar triste o feliz, pero también se decir no o decir sí. El don más grande de la existencia es la libertad y si cultivamos ese don cambiamos nuestra frecuencia y por ende todo cambia.
http://www.inspirulina.com/la-fe-y-la-razon.html