¿Hace falta que resuelvas todos tus problemas antes de que puedas permitirte ser feliz? Por supuesto que no. ¿Tienes que negar, ignorar o escapar de tus problemas para alcanzar la felicidad? Claro que no. Para ser feliz, ¿debes tener todo lo que deseas en lo más profundo de tu corazón?
La felicidad no tiene otro requisito que la vida misma. Proviene de la manera en que decides vivir y responder ante el mundo; no de la manera en que el mundo responde a su vez. Es tuya, y no depende de, ni está condicionada por, factores externos fuera de tu control.
Hay muchísimas personas que enfrentan muchas y muy serias dificultades y aún así viven cada día con alegría y felicidad. Eso se debe a que han aprendido que a la felicidad no le hace falta un objeto. Es una actitud, no un juicio de valor. Puedes ser feliz sin necesariamente estar feliz por nada en particular. En lugar de no tener nada por lo cual sentirte feliz; siéntete feliz sin ningún motivo especial.
Hazlo. Hoy se feliz. Pon una sonrisa en tu cara. Te sentirás maravillosamente bien. Y como resultado de ello serás notablemente más efectivo. Aprende a ser feliz por nada en particular y rápidamente tendrás muchos motivos por los cuales sentirte feliz.
Marci Shimoff