Para las vacaciones

Para las vacaciones

Para las vacaciones no está mal pensar en llevar algo para leer en la playa o en el campo. Siempre pensé que es muy difícil obligarse a ser feliz, a estar contento, a divertirse durante 24 horas seguidas... y todo en el lapso de una o dos o tres semanas, según el bolsillo de la persona. Habrá un momento —me parece— en que la gente estará agotada de tanta dicha, y querrá hacer otra cosa, tal como leer y charlar de las cosas de la vida. En ese caso puedo recomendarle que lea algún libro reciente acerca de los padres. Encontrará que ya se terminó esa moda de estar contra los padres, de rechazarlos, de ser modernos y hasta de odiarlos cuando se va al psicólogo para tratar problemas de pareja o de aprendizaje que resultan la culpa ¿de quién? ¡Adivinen! ¡De nuestros padres, claro!

Se terminó. No va más, mi querido amigo, ni en la ruleta ni en la vida. Basta de estar buscando culpables para nuestras desventuras. Hay que empezar a quererse. Los padres a sí mismos, que deben desprenderse de tanta culpa y tanto miedo a los hijos. Todo eso resultó un terrible fracaso. Hay una juventud maravillosa, pero hay otra, pobre, que se crió a la bartola — como diría Cervantes— y no sabe para dónde rumbear. Es tiempo de reconciliarnos, padres e hijos, la pareja entre sí. Hay demasiada agresión en el ambiente, demasiada violencia. Y no le hace bien a nadie.

Lean y piensen. Y a vivir se ha dicho, con principios, con decisiones, con firmeza del que cree en lo que hace, del que se ama y se conoce a sí mismo. Sin autoritarismo, pero con autoridad. Ya le aviso, es múltiple la bibliografía. Pero coincidente en que a los padres se los necesita. Los padres estamos para algo, para marcar rumbos, para señalar horizontes, para intervenir en las vidas de nuestros hijos —sí, intervenir— cuando los vemos en peligro. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará? ¿Los que rifan autos en la televisión, los que venden cerveza, o los que promueven tatuajes?

Lea y piense. Que para eso sirven las vacaciones. Entre lectura y lectura, tome sol, diviértase, porque existe. Pero además de eso existe para algo. Y eso causa alegría y hace quererse.


Fuente: www.superacion-personal.net