No tienes que dar nada para recibirlo todo. En realidad tampoco puedes recibir nada puesto que Somos un Ser completo sin ningún tipo de necesidad ni posibilidad alguna de incompletitud. Ahora solo parece que recibimos todo debido al estado de conciencia limitado en el que nos pusimos por mucho tiempo, mucho más del que podemos imaginar.
Creímos ser incompletos y ahora, al recordar nuestra Perfección nos volvemos a completar. ¿De qué? De lo que somos: Armonía, plenitud, libertad, alegría, total despreocupación y gozo. ¿Debemos dar algo? Nada. ¿Debemos agradar a algo o a alguien? No. Lo que Somos es lo Agradable.
Solo debemos olvidar y aceptar. Olvidar y aceptar. Olvidar todo lo que aprendimos que éramos y lo que aprendimos que eran los demás y todo. Olvidar todo lo que nos enseñaron nuestros padres, nuestros maestros y la sociedad, que siempre te consideraron un ser vulnerable que necesitaba defenderse y sobrevivir. Olvidar las soluciones de la religión que inventamos; un ser lleno de pecado y condenado por un Dios débil, pobre y censurador, externo y casi ajeno a nosotros, a quien nos encomendamos en temor y a quien siempre tuvimos que defender. Olvidar toda la vieja espiritualidad que veía el mundo como algo real, con sus reglas y distintos caminos de liberación ahora vanos e innecesarios.
No tienes que dar nada. No tienes que ser bueno, agradar ni prepararte. No tienes que enmendar ni expiar nada de lo que crees haber hecho. Eres por siempre Pureza y Santidad. No tienes ningún requisito y tu Ascensión es darte cuenta de ello. Olvidar y Aceptar.
Aceptar tu Perfección inmutable, invulnerable y eterna. Aceptar que para restituirte todo lo que creíste haber perdido o necesitar, no tienes que hacer nada. Aceptar que todos, absolutamente todos y todo somos exactamente lo mismo y dejar atrás toda diferencia, toda necesidad de poder, de ser especial, de tener más, de estar en lo correcto, de sentirse superior o inferior, de creerse líder o seguidor. Aceptarte tal como eres incluso en esta realidad que es todo lo contrario a nuestra Naturaleza, también aceptándola y permitiendo que refleje la luz en la materia misma, que toda energía vuelva a ser Esencia y brille permitiendo el reequilibrio que se manifiesta de tu olvido y aceptación.
Bello Ser de Amistad, hermosa Esencia que danza en el Gozo, Tu aceptación es lo que sana y armoniza, Tu Alegría es lo que libera. Ese es tu único Servicio y el más grande jamás otorgado en este plano. Esa es nuestra Gloria y la razón por la que venimos aquí. Los milagros y bendiciones que estás manifestando, los nuevos sentimientos que ahora te permites sentir, las nuevas perspectivas que ves, son lo regalos que nos hacemos en esta nueva fase del juego. Gracias por tu Renacimiento.
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