Los siguientes Principios de Creatividad representan leyes espirituales complejas sintetizadas después de veinticinco años de estudio y enseñanza. La clave consiste en seguir pacientemente el orden y asegurarse de haber asimilado cada uno de ellos antes de pasar al próximo.
1. Concéntrate en tu sueño. El deseo comanda la atención. Si los deseos son vagos, la atención se desdibujará. En cambio, si son auténticos, la atención será clara y precisa. La atención es la varita mágica de la mente.
2. Gánate el apoyo de tu inconsciente. Una vez que te concentres en lo que intentas crear, contarás con ese apoyo en forma inmediata. Lo que desees conscientemente y lo que creas subconscientemente acerca de ese deseo deben coincidir para que se cumpla. Si le das indicaciones que respondan a tus sueños, dejarás de moverte en círculos y comenzarás a avanzar.
3. Imagina el deseo de tu corazón. Otórgale color, sonido, tamaño y movimiento. La imaginación es un jardín fértil que alberga deseos y sueños, como si se tratase de una parcela de tierra en las semillas crecen con toda su fuerza.
4. Elimina los obstáculos. Esto tiene que ver con el tiempo. No importa cúal sea tu deseo - ya se trate de crecer en lo espiritual o de hacerte una cirugía estética - en algún momento deberás dedicarle tiempo para que se cumpla. Y el único modo de hallar ese tiempo es decidiendo que tu sueño es importante, que es valioso.
5. Déjate llevar por la intuición. La intuición no es azarosa. Es el paso lógico siguiente en el proceso creativo de la manifestación, el resultado natural de la cooperación establecida entre la atención creativa, la mente subsconciente, la imaginación y el compromiso personal. Es la consecuencia predecible de asociar la energía consciente con tu intención.
6. Decídete a alentar tu sueño con amor. Mientras vivas en la Tierra, independientemente de lo que desees crear, debes hacer algo para que eso ocurra.
7. Renuncia al control. El secreto para lograr el deseo de tu corazón consiste en utilizar toda la energía, de cualquier modo, para alcanzar tu objetivo. De esto hablan los seis primeros principios: de establecer las condiciones perfectas para que el Espíritu Divino obre a través de tí y realice tu sueño. El principio número 7 dice que, para que el sueño se cumpla, debes permitir que fluya el Espíritu Divino, y no confiar en que todo sucederá gracias a tu propio poder.
8. Aduéñate de tu sueño. Las palabras que elijas para definirlo contendrán poder y energía vital. Al hablar, se experimenta, lo desee uno o no. Las palabras transfieren la energía del plano psíquico al físico. Constituyen, de hecho, la varita mágica de la creatividad.
9. Sé fiel a tu sueño. Compendia tus esfuerzos e intenciones y no te apartes de él hasta que se materialice en una experiencia física. Allí es donde el sueño se termina de armar. El principio número 9 consiste en revisar los empeños previos para comprobar que no falte ninguna pieza. Es el paso indispensable para garantizar el resultado que deseamos.
Sonia Choquette